Seguramente en más de una ocasión al conducir te has topado con una persona que te va aventando el carro, echándote las luces, tocando el claxon de forma repetida, o tal vez tú eres esa persona; estos son solo algunos ejemplos de una conducción agresiva y debes tener en cuenta que estas acciones podrían derivar en un accidente.

Al estar frente al volante puede haber varios factores que comprometan la conducción, uno de ellos es la agresividad o la ira mientras se maneja.  Al respecto, se puede decir que la conducción agresiva es aquella en que la persona que maneja comete una serie de infracciones de tránsito, así como comportamientos mal intencionados y violentos, poniendo en riesgo su seguridad y la de quienes circulan a su alrededor.

Esta conducta agresiva puede ser generada por diversos motivos como la forma de conducir de otras personas, el tránsito intenso, la prisa por llegar al destino, situaciones de estrés, e incluso el clima, por mencionar algunos.

Una característica de conductoras o conductores agresivos es que tienden a manejar a exceso de velocidad, independientemente de las condiciones del camino o de las otras personas en él, siendo los hombres quienes mayor presentan dicha agresividad.

Algunos ejemplos de una conducción agresiva son: ir demasiado pegado al vehículo delantero para ejercer presión; cambiar de carril intempestivamente sin utilizar las direccionales; no permitir el paso de quienes intentan rebasar o cambiar de carril; circular por el acotamiento para aventajar; ir zigzagueando entre el tránsito; rebasar por la derecha; tocar el claxon de forma repetida y prolongada; entre otros.

Esta conducción agresiva también puede ir acompañada de lo que se conoce como “ira del camino”, en la que la persona que conduce presenta una reacción emocional en el momento, pudiendo terminar en un acto violento, por ejemplo: insultar, hacer gestos groseros, arrojar objetos, chocar el auto, sacar el vehículo del camino, e incluso, llegar a agredir físicamente a la otra persona que conduce.

Si bien este tipo de reacciones representan un riesgo en sí, también conlleva una alta probabilidad de tener accidentes ya que no se mantiene una atención adecuada al camino.

Para concluir, si te encuentras a una persona con esas características, lo mejor será dejarla pasar para que puedas continuar tranquilamente tu recorrido. Si tú eres una persona que maneja de forma agresiva, reconsidera tu modo de conducir, recuerda que todas las vialidades son espacios compartidos y la seguridad en los mismos depende en gran medida de todas y todos.

 

Fuentes:

https://psicoalmeria.com/que-es-la-conduccion-agresiva-y-cuales-son-sus-causas/

https://www.tdi.texas.gov/pubs/videoresourcessp/spfsaggressive.pdf

https://www.fuso.com.pe/blog/conduccion-agresiva-como-evitarla/

https://www.burnetti.com/es/abogado-ira-carretera-conduccion-agresiva-2/