El chile es considerado un símbolo de identidad nacional; es un ingrediente básico que está presente en casi todos los platillos de comida mexicana a través de su color, sabor y textura.

De acuerdo a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), en México existen evidencias del cultivo de chile desde hace aproximadamente 6,000 años, y se extendió al resto del mundo después de la llegada de Cristóbal Colon al Continente Americano.

El chile es una planta anual, perenne que necesita climas cálidos para desarrollarse, en México se reportan 64 tipos de chile que se consumen en una gran variedad de platillos típicos del país.

El chile verde o jalapeño es el de mayor producción en el país, desde 2012 México ocupa el segundo lugar en producción mundial; en 2017 el cultivo fue de 3,296,875 toneladas para permanecer en dicha posición después de China principal agricultor de la hortaliza.

El consumo anual per cápita del jalapeño es de 18.1 kg ya sean guisados, deshidratados, encurtidos, enlatados o frescos los chiles verdes se encuentran disponibles durante todo el año.

El principal mercado del cultivo verde es Estados Unidos a donde se exportó un millón 53 mil toneladas durante 2017, otros posibles destinos son Canadá, Colombia, Panamá, Uruguay, Australia, Irlanda, Bélgica, Holanda, Suiza, Austria, Suecia, Finlandia, Rusia y Singapur.

Las diez principales entidades productoras de chile verde son Chihuahua, Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí, Sonora, Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Baja California Sur y Durango, aunque se produce en las 32 entidades del país.

 

Con información de SIAP y CONABIO.