La miel es un producto natural, altamente benéfico para la salud, pues se compone de azúcares, minerales como magnesio, yodo, zinc, potasio, hierro, fosfato y calcio entre otros, y vitaminas B1, B2, C, B5 y B3.

Existen muchos estudios que respaldan los beneficios de la miel, principalmente por su acción para controlar algunas infecciones bacterianas y ayudar en los procesos de cicatrización de heridas además de que fortalece el sistema inmunológico.

Las mieles son distintas de acuerdo a  la región de origen, el tipo de flores de las que se extrae el néctar y también de acuerdo a la especie de abejas que la producen.

En México hay gran  diversidad en sabor, color, textura y origen floral de la miel.

A nivel internacional, la producción mexicana está situada dentro de los 10 mejores países productores de miel.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural reportó que la producción de miel en México durante el 2019 fue de 61.9 mil toneladas.

Cifras del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) destacan que de la producción 2019 del dulce el 70 por ciento se concentró en ocho Estados; Yucatán, Campeche, Jalisco y Chiapas registraron la mayor producción con 9,810;  7,520, 5, 948 y  5,500 toneladas de miel, respectivamente, pero muchos Estados más también la producen, aunque en menores cantidades: Veracruz, Oaxaca, Quintana Roo, Puebla, Michoacán, Guerrero, Zacatecas, entre otros.

La apicultura en México es de gran importancia económica y social, dependen directamente de ella más de 43 mil apicultores, reportó la Coordinación General de Ganadería.

En Yucatán, los ciclos de cosecha comienzan en noviembre y finalizan en junio.

En el período 2018-2019 se obtuvieron  más de  9, 600 toneladas de miel en el Estado, pero este año ya se cuentan casi con 10 mil toneladas, esperando la cifra más exacta en el mes de junio.