Con el establecimiento del virreinato de la Nueva España fue necesaria la creación de instituciones que regularan las actividades políticas, económicas y sociales en el territorio americano del imperio español. Por tal motivo, el 11 de mayo de 1535, el emperador Carlos I emitió una real cédula en la que decretó el establecimiento de la Casa de Moneda; entre sus funciones estaban la fabricación y validación de las monedas de la Nueva España[1].

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La Casa de Moneda tuvo múltiples dificultades al inicio de su administración. Una de ellas consistió en que su regulación estuvo en aquel momento a cargo de particulares que contrataban y pagaban independiente y directamente al personal, lo que provocó que operara como una empresa privada. En el año de 1728, como consecuencia de la deficiente gestión, Felipe V pidió una nueva ordenanza que consistió en regular y formalizar el pago de las labores que se realizaban y, de esta manera, evitar que particulares contrataran y pagaran de manera directa a los empleados.

A pesar de la emisión de la ordenanza, una nueva dirección llegó después de la expedición de una cédula el 14 de julio de 1732 que reglamentó minuciosamente todas las actividades que se llevarían acabo en la Casa de Moneda. Esta medida propició mayor vigilancia y control en la producción, lo cual era una condición necesaria por las atribuciones esenciales de la institución respecto a los ingresos del real erario y el equilibrio monetario.

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La Casa de Moneda recibió de la Corona española una serie de ordenanzas a finales de 1740, en las que se estipularon con mayor precisión las funciones de cada operario; lo que dio pauta a que las autoridades virreinales mejoraran su administración. El orden y la reorganización permitieron que a inicios del siglo xix laboraran más de 400 personas, que certificaban más de 30 millones de pesos al año[1].

En el Fondo Casa de Moneda del Archivo General de la Nación, se pueden encontrar documentos en los que se describen las actividades de la institución, entre las que destacan, sus cuatro funciones generales la separación del oro y la plata y las cuatro funciones generales: recepción del metal, remache, fundición y acuñación.

Estos registros documentales permiten profundizar en los procesos de las cuatro funciones generales[2]de la fabricación de moneda, porque ofrecen datos importantes como los siguientes[3]:

  1. Con el cumplimiento de una serie de condiciones de la Real Hacienda, cualquier persona o minero podía venderle a la Casa de Moneda oro de 22 quilates o plata de 11 a la Casa de Moneda.
  2. Los metales eran recibidos por el portero y marcador de la sala de libranza. Se certificaba el peso con un juez de balanza para después remitirlas al tesorero.
  3. El tesorero y el contador registraban la llegada del metal de acuerdo con su peso y su ley.
  4. Al terminar el proceso de aprobación, un superintendente firmaba el libramiento para que, la persona que había llevado el metal pudiera cobrar en la tesorería de la Casa de Moneda. Se recibían 128 pesos por cada marco de oro y 8 pesos por el de plata.
  5. El superintendente solicitaba la presencia de los oficiales reales y al ensayador de la tesorería, quienes certificaban el pago de derechos para la Real Hacienda. En un libro escribían su testimonio de remaches y ponían una marca que indicaba que dicha pieza tenía que ser destinada a convertirse en moneda.
  6. Posteriormente el superintendente, el contador y el balanzario se encargaban de hacer entrega del metal al fundidor mayor y al guardamateriales y posteriormente se describían las piezas de oro y plata.
  7. El fundidor y el guardamateriales depositaban las piezas en el “tesoro de fundición”, mientras que dos ensayadores eran testigos de la “crazada” proceso en el que se mezclaban los metales en un recipiente de arcilla.
  8. Dos ensayadores al probar el peso y la ley daban fe y hacían entrega al fiel administrador de la moneda.
  9. Después de que la producción era revisada y aprobado por el contador, tesorero, balanzario, fiel de la moneda, guardacuños y escribanos, eran emitidas al público.

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Las funciones de la Casa de Moneda se llevaban a cabo en la Ciudad de México, sin embargo, a raíz del movimiento insurgente, la Corona autorizó la apertura de otras más en la provincia. La inestabilidad política de la administración virreinal tuvo efectos en la gestión de la institución, pero debido a su importancia se evitó que dejara de funcionar.

La Casa de Moneda es una de las instituciones de mayor tradición en México, ha permitido el aseguramiento de la autosuficiencia nacional en términos de fabricación de monedas.

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Fuentes Primarias

Archivo General de la Nación/Instituciones coloniales/Casa de Moneda/Casa de Moneda: Libros de registro/Volumen 230/27142/1/Expediente 1.

Archivo General de la Nación/Instituciones coloniales/Casa de Moneda/Casa de Moneda: Libros de registro/Volumen 505/27425/26/Expediente 234.

Archivo General de la Nación/Instituciones coloniales/Casa de Moneda/Casa de Moneda: Libros de registro/Volumen 733/27660/9/Expediente 28.

Archivo General de la Nación/Instituciones coloniales/Casa de Moneda/Casa de Moneda: Libros de registro/Volumen 483/27402/7/Expediente 347.

Archivo General de la Nación/Instituciones coloniales/Casa de Moneda/Casa de Moneda: Libros de registro/Volumen 80/26991/12/Expediente 12.

Archivo General de la Nación/Instituciones coloniales/Casa de Moneda/Casa de Moneda: Libros de registro/Volumen 427/27345/3/Expediente 3.

Archivo General de la Nación/Instituciones coloniales/Casa de Moneda/Casa de Moneda: Libros de registro/Volumen 408127326/21/Expediente 21.

Archivo General de la Nación/Instituciones coloniales/Casa de Moneda/Casa de Moneda: Libros de registro/Volumen 297/272131/1/Expediente 1.

Archivo General de la Nación/Instituciones coloniales/Casa de Moneda/Casa de Moneda: Libros de registro/Volumen 318/27234/2/Expediente 2.

Bibliografía:

Jáuregui, “La real Casa de Moneda de México: historia, funcionamiento y algunas líneas de investigación”, Boletín Del Archivo General de La Nación, México, 1994, 19-29.

AGN, “LA CASA DE MONEDA DE MÉXICO A MÁS DE 450 AÑOS”, Miguel Ángel Porrúa, México, 1998.De Fonseca F, “Historia general de la Real Hacienda. Tomo 5”, imprenta de Vicente García Torres, México, 1852, 522 p.

García Martinez B, “La casa de Moneda: siglo xvi-xix”, México: SHCP, México, 1970.

[1] De Fonseca F, “Historia general de la Real Hacienda. Tomo 5”, imprenta de Vicente García Torres, México, 1852, p. 485-522.

[2] Jáuregui, “La Real Casa de Moneda de México: historia, funcionamiento y algunas líneas de investigación”, Boletín Del Archivo General de La Nación, México, 1994, p. 25.

[3] De Fonseca F, “Historia general de la Real Hacienda. Tomo 5”, imprenta de Vicente García Torres, México, 1852, p. 205- 321.

[4] Jáuregui, “La Real Casa de Moneda de México: historia, funcionamiento y algunas líneas de investigación”, Boletín Del Archivo General de La Nación, México, 1994, p. 26-27.