En la edición número 18 del encuentro anual organizado por el Comité Regional para América Latina y el Caribe del Programa Memoria del Mundo (MOWLAC), se incorporaron tres nuevas piezas documentales provenientes de México. En este sentido, se destaca la contribución del Archivo General de la Nación (AGN), organismo rector de la archivística en nuestro país, el cual presentó el Fondo Correspondencia de Virreyes; fechado en 1664-1821, compuesto por 356 volúmenes y cuya longitud alcanza los 18.4 metros lineales de documentos.
Asimismo, México integró al MOWLAC el Lienzo de Quauhquechollan, una obra histórico-cartográfica fechada en 1527 y resguardada en el Museo Casa del Alfeñique, en la ciudad de Puebla. Dicho lienzo plasma el sometimiento efectuado por Jorge de Alvarado hacia las regiones que hoy comprenden Guatemala, Honduras y El Salvador. También fueron incluidas las Colecciones cinematográficas testimoniales de la Revolución Mexicana, pertenecientes a la Filmoteca de la UNAM y fechadas durante el periodo 1898-1932.
El Comité Regional del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO evaluó un total de 21 propuestas originarias de 14 países. Al deliberar sobre las opciones, 8 naciones latinoamericanas y 3 del Caribe fueron seleccionadas y sus postulaciones anexadas al Programa. Entre las piezas aceptadas en la 18° reunión anual del MOWLAC, sobresale la candidatura presentada conjuntamente por tres naciones: Curazao, St. Maarten y Surinam, que postularon el Patrimonio documental de los esclavizados en el Caribe Holandés y sus descendientes, fechado de 1830 a 1969 y aprobado para su inclusión debido “a su alcance y vigencia en la construcción activa de la paz regional”.
Igualmente destaca la incorporación del Acta de Fundación de Lima, manuscrito histórico de Perú, fechado el 18 de enero de 1535. Este título contiene el decreto de creación de la capital peruana, con las firmas de sus autores y del propio Francisco Pizarro. Es la única acta fundacional conservada de todas las ciudades instauradas por el conquistador español. Los documentos de esa índole pertenecientes a poblaciones como Trujillo, Huánuco o Arequipa han desaparecido; y se desconoce el contenido de sus textos.
Por su parte, Colombia inscribió al Programa del MOWLAC la Carta de Jamaica, texto redactado por Simón Bolívar el 6 de septiembre de 1815 en la ciudad de Kingston, capital del país caribeño. En la epístola, el libertador manifiesta las razones que indujeron al fracaso de la Segunda República, derrota que lo obligó a trasladarse hacia Jamaica, con la finalidad de lograr la contribución del gobierno inglés para continuar la lucha independentista.
También se incluyó el documento Real Ordenanza para el establecimiento e instrucción de intendentes de ejército y provincia en el Virreinato de Buenos Aires, fechado en el año 1782, el cual es una recopilación de leyes, cédulas reales, ordenanzas y otras declaraciones ‘soberanas’ que debían cumplimentarse según lo dispuesto en los artículos de dicho decreto real.
A su vez, Uruguay contribuyó integrando la Colección Cervantina de Arturo E. Xalambri, una de las más completas de América. Dicho conjunto está formado en total por 12 mil volúmenes, y contiene en su Sección Cervantina alrededor de 3 mil volúmenes. Incluye asimismo ediciones antiguas y modernas del Quijote, destacando una que presenta dibujos originales de Salvador Dalí, con monografías, trabajos críticos y ensayos dedicados a Miguel de Cervantes Saavedra.
En otra línea, durante el XVIII encuentro anual del Comité Regional del MOWLAC, nuevas autoridades asumieron sus cargos dentro de este organismo internacional, mismo que se compone de nueve miembros elegidos mediante méritos personales y experiencias específicas en el campo de la biblioteconomía y la preservación de archivos. De esta manera, se dio la bienvenida a los nuevos integrantes para el periodo 2018-2019: Luis Oporto, de nacionalidad boliviana, fue designado presidente; Yolia Tortolero, del AGN – México, al lado de Richenel Anzano de Curazao, fungirán como vicepresidentes; y Sandra Moresco, de Argentina, se desempeñará como relatora.
La UNESCO considera al patrimonio documental en todas sus formas, a través del tiempo y el espacio, un medio primordial de creación, conocimiento y testimonio de las sociedades; además de lograr repercusiones en todos los ámbitos de la civilización humana y su evolución futura. Por tanto, la accesibilidad y la preservación del mismo consolidan libertades humanas esenciales como la opinión, la expresión o la información.
