En el caso de México, se puede identificar una larga periodicidad de lucha femenina que ha buscado la igualdad y equidad de género, así como acabar con cualquier idea o situación que atente con el libre desarrollo de las mujeres mexicanas. En distintos campos laborales se pueden observar estas acciones femeninas que han sido motores de cambio, como es el caso de la producción cultural y científica del país, en donde las mujeres han tenido que abrirse paso para poder acceder a estos lugares que en ciertos tiempos eran proscritos para ellas.

Los documentos del Archivo General de la Nación son testimonio y evidencia de estos procesos históricos, así como las desventajas que con el tiempo han tenido que sortear las mujeres mexicanas, tal es el caso del fondo documental Propiedad Artística y Literaria (PAL), que se conformó de finales del siglo XIX hasta mediados del XX a partir de los expedientes que fueron integrados con el registro de derechos de propiedad intelectual.

Cada uno de estos registros dan una idea de lo que se producía y consumía por parte de un determinado sector social en México, por lo cual dan un contexto de la situación social en nuestro país, como es el caso de las dificultades de las mujeres mexicanas de la primera mitad del siglo XX para poder desempeñarse profesionalmente, así como acceder a la vida  pública dentro de una sociedad que sostenía la idea de una mujer destinada a las tareas del hogar o a ciertas actividades laborales, en las cuales incluso no era totalmente aceptada la participación de todas las mujeres, pues la idea de la mujer casada y de hogar se imponía  como único modelo femenino.

Esta situación se refleja en el escaso número de registros de PAL por parte de autoras en las primeras décadas del siglo XX.  No obstante, las mujeres lograron acceder en aquellos años a los espacios que le eran restringidos por la sociedad a través de ciertas prácticas culturales como era la música, la literatura, la pintura, la danza, el teatro, entre otras actividades, mismas que comenzaron a ser herramientas de las mujeres para proyectar creaciones e ideas en periódicos, teatros y eventos sociales, siendo los primeros registro de PAL de autoras en el campo de las artes, algunas presentándose abiertamente, mientras que otras llegaban a utilizar seudónimos ante los prejuicios y ataques que temían recibir por parte de la familia y la sociedad.

La coyuntura de la Revolución Mexicana fue una parte fundamental para que varias mujeres y frentes femeninos manifestaran sus demandas de una sociedad que garantizara los mismo derechos políticos, sociales y económicos entre las mujeres y hombres. La respuesta del Estado posrevolucionario terminó por sostener los antiguos principios sociales y políticos del pasado, ignorando las demandas de las mujeres, quienes siguieron manteniendo una lucha por la igualdad y libertad de la mujer.                                                                                          

El campo de la educación fue uno de los primeros espacios que sería transformado por la acción de las  profesoras mexicanas quienes buscaban garantizar la educación en todo punto del territorio de una manera igualitaria entre ambos géneros, así llegó una época en donde los registros de PAL de las mujeres mexicanas corresponden a profesoras y maestras. Mientras que, en el campo artístico y cultural, las mujeres alcanzaron cada vez más presencia, incluso algunas consiguieron una fama internacional como el caso de María Grever.

Esta situación  abrió la posibilidad  a las mujeres de competir en los gremios culturales, artísticos y científicos que eran acaparados por los hombres, lo que significó una mayor presencia de registros de actrices, compositoras, escritoras, educadoras, empresarias, doctoras, directoras, guionistas, periodistas, productoras, traductoras, entre otras tantas autoras dentro del archivo de PAL.

Sin embargo, las limitaciones y falta de oportunidades que la sociedad mexicana siguió sosteniendo hacia las mujeres denota la desigualdad entre el número de registros levantados durante la primera mitad del siglo XX; pues en ningún año las mujeres fueron mayor al número de varones que pudieron acceder a un derecho de propiedad intelectual, lo cual da una idea de las desventajas que implicaba ser mujer dentro de una estructura económica, cultural, social y política controlada por el hombre, así como la constante lucha de las mujeres mexicanas por ser escuchadas y conquistar aquellos espacios de los cuales eran excluidas, llevando a considerables cambios de la situación de la mujer mexicana.

Con el pasar del tiempo la igualdad, equidad y paridad de género, son valores que se buscan consolidar dentro de las actuales sociedades democráticas, no obstante es una realidad que  las mujeres siguen enfrentando limitaciones en el desempeño de su libertad y profesionalismo en los distintos campos de su vida; ya sea en la familia, en la escuela, en el trabajo, en la vida pública, política y económica, problemas que son parte de la razón de las protestas de las mujeres que hoy se abanderan y no hay marcha atrás.

 

En esta primera entrega se enlista el nombre de las mujeres que obtuvieron por parte del Estado Mexicano un registro de autoridad de PAL durante la primera mitad del siglo XX, con la finalidad de visibilizar el trabajo de algunas mujeres como:

 

·         Elvira Nosari: escritora, profesora e impulsora de la educación de la mujer mexicana.

·         Rosaura Zapata: profesora, psicóloga y pedagoga. Precursora en México de la creación de los jardines de niños.

·         Luz Fernández Viuda de Herrera: escritora, periodista, profesora y fundadora de la revista feminista: La Mujer Mexicana

·         Gabriela Mistral: escritora que colaboró con la reforma educativa de José Vasconcelos. Fue la primera mujer iberoamericana y la segunda persona latinoamericana en recibir un premio Nobel.

·         María Grever: compositora de música que destacó en campos que eran exclusivos del género masculino.

·         Julia Nava Ruiz Sánchez: profesora y activista del movimiento feminista mexicano.

·         Cándida Beltrán: escritora, productora y cineasta pionera de Latinoamérica. Fundó, junto con más personas, la primera productora nacional de cine mexicano.

·         Suzanne Rachel Flore Lenglen: tenista francesa, campeona olímpica, que obtuvo 31 títulos de Grand Slam, siendo la primera mujer en convertirse en tenista profesional.

·         Amalia Millán: folclorista mexicana que realizó estudios y compiló información valiosa sobre la poesía, cantos, danzas, música, costumbres, ritos y leyendas de los pueblos indígenas de América.

·         Yolanda Vargas Dulche: escritora  e historietista mexicana, célebre principalmente por la historieta Memín Pinguín.

·         Las hermanas Ida y María Appendini: quienes coadyuvaron en la fundación de la Escuela Dante Alighieri.

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