Uno de los grandes enemigos de la salud humana y el medio ambiente son los contaminantes orgánicos persistentes.

Los COP son sustancias orgánicas tóxicas que permanecen en el ambiente por largos periodos y al no degradarse con facilidad, se acumulan y causan daños. Por tal razón, se deben realizar acciones de protección, prevención y mitigar sus efectos.

La existencia de los COP obliga a que las acciones para combatirlos sean impostergables, ya que en la población humana provocan hasta alteraciones cardiovasculares, inmunológicas, y endocrinas. Por ejemplo, en la población infantil, el Plomo (Pb) puede alterar de manera irreversible el coeficiente intelectual de los niños.

Los daños que provocan los COP tienen un impacto a nivel global, regional y local, por lo que México firmó el Convenio de Estocolmo ante la urgente necesidad de proteger a la biodiversidad, cuyos servicios ambientales son indispensables para la salud humana.

Te invitamos a conocer cómo México es actor con responsabilidad social ante riesgos químicos, en nuestra primera publicación de blog: http://ow.ly/10AjAY

Tendremos semanalmente una serie de publicaciones e infografías sobre el tema. No te los pierdas.