La papaya es originaria de las zonas tropicales de México y Centroamérica. La mayoría de historiadores coinciden en que fueron los mayas quienes comenzaron su domesticación y a partir de la época de la colonia, el cultivo se extendió al resto del mundo.
México tiene 21 mil hectáreas destinadas a este cultivo, desde Tamaulipas hasta Yucatán, en la franja del golfo de México, y desde Baja California hasta Chiapas, por la costa del Pacífico.
La tierra mexicana es tan noble para este cultivo, que en estos estados, es común que forme parte de los huertos de traspatio de las familias mexicanas.
Los papayeros son claro ejemplo de que cuando los productores se comprometen con la cultura sanitaria y de inocuidad, son más exitosos, porque ofrecen garantías sobre sus productos. Muestra de su compromiso es que en este momento hay 87 unidades de producción y 59 de empaque en dos mil 614 hectáreas de Colima, Veracruz, Michoacán, Chiapas, Yucatán, Campeche, Jalisco, Nayarit, San Luis Potosí y Tamaulipas.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y la Lotería Nacional (Lotenal) develaron el billete conmemorativo de Nuestra riqueza: “La papaya mexicana”, con lo que se reconoce el trabajo de los agricultores y la importancia de las plantas nativas de México para la alimentación y la agricultura.
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