"Desde el primer día de esta administración, nos propusimos construir un México en Paz. Esto significa, por una parte, disminuir la violencia y recuperar la tranquilidad de las familias mexicanas en todas las regiones del país.

Y, además, realizar cambios de fondo en el funcionamiento de nuestras instituciones y en la vida de las comunidades, a fin de alcanzar una seguridad duradera.

Para hacer frente a la delincuencia, el primer acuerdo fue trabajar en equipo, más allá de filiaciones políticas u órdenes de gobierno.

Así, unimos esfuerzos con las entidades federativas. A partir de 5 regiones operativas, se coordinan estrategias y se comparte información con mejores sistemas de inteligencia.

Hoy, es un hecho que la violencia está disminuyendo en México.

Como ha informado el INEGI, en 2014 el número de homicidios fue 24.3% menor al de 2012, y 27.7% inferior al de 2011.

De esta forma, la Tasa de Homicidios por cada 100 mil habitantes se ha reducido, de 22.1 en 2012, a 16.4 en 2014.

En diversas regiones, la tranquilidad está volviendo gradualmente a las calles y localidades.

En este mismo periodo, el número de homicidios en las entidades fronterizas del norte se redujo 41.6%.

En estos dos años, 8 estados del país lograron disminuir los homicidios en más de 40%.

Sobresalen Nuevo León, con una baja de 69.8%; Durango, con 63.6%; o Coahuila, en donde se redujeron 62%.

La mayoría de los delitos de alto impacto también ha disminuido en la primera mitad de la administración.

De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2014, la Tasa de Incidencia Delictiva Total del Fuero Común, por cada 100 mil habitantes, fue de mil 328, la segunda más baja en los últimos 17 años.

Entre 2012 y 2014, el Robo se redujo 13.6%, y las denuncias por Extorsión decrecieron 20.7%.

En el caso del secuestro, éste aumentó entre 2012 y 2013, lo que nos llevó a establecer la Estrategia Nacional Antisecuestro. Con ella, en los primeros siete meses de 2015, las denuncias por secuestro han bajado 30.1%, respecto al mismo periodo de 2014.

Es importante referir que la incidencia de este delito, ya se encuentra por debajo del nivel de 2012.

Además, gracias al trabajo conjunto de las dependencias del Gabinete de Seguridad, 92 de los 122 delincuentes más peligrosos, ya no son una amenaza para la sociedad mexicana.

Y que no haya duda: el Estado Mexicano está haciendo uso de todas sus capacidades, para localizar y llevar ante la justicia, a quienes están evadidos de ella.

Para este Gobierno, combatir al crimen va más allá de solamente detener a los líderes de las organizaciones delictivas.

Estamos desarticulando sus estructuras operativas y capacidades financieras; y al mismo tiempo, hemos emprendido modificaciones de fondo para prevenir la incidencia delictiva y fortalecer las instituciones de seguridad y de justicia.

Para atender las causas del delito, hemos puesto en marcha un esfuerzo nacional de prevención social de la violencia y la delincuencia.

En los municipios de más de 100 mil habitantes, donde operan estos esfuerzos de prevención, los homicidios se han reducido 35%; esto es, 4 veces lo que han disminuido en otros municipios, en donde aún no se aplica este programa.

Hoy, México tiene nuevas áreas especializadas de seguridad y procuración de justicia.

Destaca la creación de la Agencia de Investigación Criminal, dentro de la Procuraduría General de la República, y la Gendarmería, que seguirá creciendo y consolidándose.

También hemos sumado esfuerzos con las entidades federativas para concretar la transformación del Sistema de Justicia Penal en tiempo y forma, como lo mandata la Constitución.

Hoy, el Sistema de Justicia Penal opera ya en 25 entidades de manera parcial y en 6 de forma total.

En el ámbito federal, este nuevo sistema ya opera en 8 estados y se estima que, al final del año, esté funcionando en 14.

México tiene un compromiso ineludible con los Derechos Humanos y el respaldo a las víctimas de la violencia.

Por ello, pusimos en marcha un Programa Nacional de Derechos Humanos, que coloca a la persona en el centro de todas nuestras políticas y acciones.

Con esta visión, trabajamos muy de cerca con la sociedad civil, representada en el Consejo Ciudadano para la Implementación de la Reforma Constitucional de Derechos Humanos, atendiendo sus propuestas y observaciones.

Además, en esta administración, todas las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos han sido aceptadas y se avanza en su cumplimiento.

Por otra parte, a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, estamos trabajando para garantizar a niñas y mujeres, una vida libre de cualquier tipo de maltrato o agresión.

Ello ha incluido la construcción o fortalecimiento de 22 Centros de Justicia para la Mujer en 17 entidades federativas, en los que más de 100 mil mujeres han recibido apoyo integral.

A su vez, el Gobierno de la República está trabajando con organismos internacionales para fortalecer el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.

El compromiso de México con los Derechos Humanos, también se refleja en una política migratoria integral, respetuosa de la dignidad de las personas.

En la Frontera Norte, gracias al Programa Somos Mexicanos, nuestros paisanos ahora ya pueden regresar a nuestro país en condiciones dignas y seguras. Desde su creación, ha respaldado a más de 210 mil connacionales.

Por su parte, en la Estrategia Integral de Atención a la Frontera Sur, se están mejorando las condiciones de seguridad y desarrollo para esa región del país.

En lo que va de la administración, se han expedido más de 270 mil Tarjetas de Visitante Regional y de Visitante Trabajador Fronterizo para ciudadanos de Guatemala y Belice.

Eso ha permitido tener un ingreso de personas controlado y en orden; con respeto a la dignidad humana. Con medidas como ésta, estamos evitando los tratos indignos y degradantes, la trata de personas y los abusos a los migrantes en nuestro país.

Hace poco más de un año, enfrentamos una emergencia por el dramático incremento en el número de migrantes menores no acompañados.

México y el mundo estaban consternados por esta situación y gracias al fortalecimiento de las medidas de protección a la infancia, pudimos superar con éxito esta situación, brindando atención a 12 mil menores.

Hoy México también está mejor preparado para enfrentar contingencias, por fenómenos naturales.

Se trabaja en tres ejes: la coordinación de esfuerzos; la prevención para evitar riesgos y salvar vidas; y la atención oportuna a quienes han sufrido las consecuencias de estos fenómenos.

El Gobierno de la República puso en operación el Plan Mx, que articula y coordina las acciones de protección civil de las dependencias y entidades federales.

Este plan se concibió, a partir de la exitosa experiencia de coordinación entre autoridades y sociedad, durante la atención brindada a la población de Baja California Sur, tras los efectos del huracán Odile.

En aquel escenario de devastación, la adecuada coordinación permitió una rápida y eficaz recuperación de la normalidad.

Además, se estableció el Sistema Nacional de Alertas y se ha fortalecido el Servicio Meteorológico Nacional, con el propósito de que la población cuente con información oportuna ante situaciones de riesgo.

En los momentos de mayor dificultad, cuando ha sido necesario hacer frente a la fuerza de la naturaleza ─por huracanes, sismos, inundaciones o incendios forestales─ los mexicanos hemos contado, invariablemente, con el respaldo de nuestras Fuerzas Armadas.

En campañas de reforestación; de salud y vacunación; en la Cruzada Nacional Contra el Hambre o en los esfuerzos contra las adicciones; los mexicanos apreciamos la solidaridad y el compromiso social, de los soldados, marinos y pilotos de nuestra Nación.

El Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea, también han sido fundamentales para brindar protección y seguridad a la sociedad.

Los mexicanos tenemos en nuestras Fuerzas Armadas, instituciones profesionales, disciplinadas y en capacitación permanente; comprometidas con los Derechos Humanos, las instituciones democráticas y el desarrollo nacional.

Por estas razones, nuestras Fuerzas Armadas son símbolo de identidad y unidad nacional.

Son mujeres y hombres leales, patriotas, que pasan largas jornadas fuera de su hogar, para cumplir con sus misiones, en las que incluso, ponen en riesgo su vida, al proteger la de los demás.

Somos una sociedad que aprecia y reconoce la entrega, valentía, pasión y compromiso de nuestros soldados y marinos.

Por eso, desde aquí, expreso mi más amplio agradecimiento a todos los integrantes de las Fuerzas Armadas, por sus invaluables aportaciones a la Nación.

Igualmente, reconozco la entrega, la responsabilidad y el profesionalismo, de los elementos de la Procuraduría General de la República, de la Policía Federal, y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, cuyas acciones han sido decisivas para reducir la violencia e ir recuperando la tranquilidad de las familias mexicanas"