Mantener una velocidad adecuada es siempre un factor de protección frente a los accidentes de tránsito y una responsabilidad con los demás.
El conductor siempre debe estar en condiciones de detener su vehículo dentro de los límites de su campo de visión y ante cualquier obstáculo que pueda presentar.
Por ello, además de respetar los límites de velocidad establecidos, debe adecuar la velocidad de su vehículo a:
- Sus propias condiciones físicas y psíquicas.
- Las características del vehículo y su cargo.
- La situación del tráfico.
- Las condiciones meteorológicas y ambientales.