Gobiernos municipales, fortalezcamos la participación de las mujeres en todos los ámbitos, sumemos esfuerzos para garantizar una igualdad sustantiva

Hace 64 años se reformó la Constitución para reconocer a las mujeres la igualdad de derechos y el gozo de la ciudadanía plena.

Fue 17 de octubre de 1953 cuando se emitió el decreto, por iniciativa del entonces Presidente de la República Adolfo Ruiz Cortines, para reformar el artículo 34 de la Constitución Federal que reconoció a la mujer la igualdad de derechos frente al varón, es decir, la devolución de la plenitud de derechos de la ciudadanía a la mujer y, con tal calidad, por consecuencia, el derecho de votar (sufragio activo) y ser electa (sufragio pasivo) en todas las elecciones populares.

Sin embargo, fue desde 1947, con la reforma al artículo 115 de la Constitución Mexicana, cuando se formalizó la participación de la mujer en procesos electorales municipales en igualdad de condiciones.

Aún antes de 1947 existen antecedentes de la participación de la mujer en cargos de elección popular; casos como: el de Elvira Carrillo Puerto, quien fue la primer mexicana electa diputada a un Congreso Local por el V Distrito en Yucatán y como el de  Rosa Torres González quien se convirtió en la primera mujer  regidora en el municipio de Mérida, Yucatán, ambas en 1923; o Aurora Mesa Andraca quien fuera la primera presidenta municipal en Chilpancingo, Guerrero en 1938.

Actualmente, las mujeres han ganado espacios en cargos de elección popular, sin embargo, aún falta garantizar que exista una participación proporcional. En la actualidad, hay más de 250 presidentas municipales, lo que significa que poco más del 10 por ciento de los ayuntamientos del país están encabezados por mujeres. Cabe resaltar que el único estado que ha logrado la paridad de género es Querétaro donde, actualmente, nueve de sus 18 ayuntamientos tienen presidentas municipales.

Pese a los esfuerzos y reformas electorales para equilibrar la participación de mujeres y hombres, aún tenemos varios retos para poder garantizar una igualdad sustantiva de género, por lo que es necesario sumar esfuerzos para promover en los municipios el diseño e implementación de políticas públicas locales con perspectiva de género y comprometernos a desarrollar mecanismos para poder superar toda forma de discriminación y obstaculización de las mujeres en el ejercicio de los cargos de elección en los ayuntamientos del país, dejando a un lado ideologías e intereses personales, para poder crear un sociedad inclusiva, en la que exista una real democracia que considere a la mitad de la población, las mujeres de México.