Una de las joyas de la biodiversidad de nuestro país son los ecosistemas del Área de Protección de Flora y Fauna Manglares de Nichupté, región ubicada en el municipio de Benito Juárez, en el estado de Quintana Roo.

Los humedales, dentro de los que se encuentran clasificados los manglares, son esenciales  para toda la vida sobre la tierra ya que mantienen el ciclo del agua circulando.

Son ecosistemas de gran biodiversidad y vitales para todos los seres humanos.

Y es que los manglares nos brindan riqueza natural, comida, madera, agua para beber, además de constituir barreras naturales que protegen a las poblaciones de fenómenos naturales,  entre otros beneficios.

Su importancia es enorme, al  actuar como filtros que ayudan a la degradación de materia orgánica, eliminando o reteniendo contaminantes que se producen,  como una de las consecuencias del crecimiento de zonas urbanas, con lo que proveen de agua limpia para la recarga de aguas subterráneas.

En este sentido, una de las funciones del sistema lagunar de Nichupté radica en favorecer el  mantenimiento y desarrollo de la dinámica ecológica de los arrecifes que conforman el Parque Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc, que a su vez  forman parte del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM).

La comunicación de flujos subterráneos de sus acuíferos en subsuelos porosos ha permitido la circulación de las corrientes y hace de este humedal altamente resistente.

Este ecosistema protege especies tan importantes como el mangle rojo, negro, botoncillo, blanco y la palma chit, así como el cocodrilo, la rana leopardo, la iguana y la tortuga blanca.

El valor de su paisaje lo convierte en un sitio ideal para la realización de actividades turísticas de bajo impacto que permite a los visitantes gozar de los escenarios naturales que el área posee.

Otra característica importante de esta ANP es que se han encontrado restos arqueológicos de la cultura maya.

Este sistema lagunar de  4,257 hectáreas, se encuentra dentro de los 142 humedales de México, registrados en la Convención RAMSAR, y  este próximo 28 de febrero cumple nueve años de su decreto.