Más exactamente se llaman tutorías y con ellas se apoyan a los alumnos de la upn desde el Centro de Atención a Estudiantes (CAE).

De acuerdo con Maribel Sánchez García, responsable del Programa Institucional de Tutoría, la actividad “está entendida como parte de los apoyos psicoeducativos y consiste en un acompañamiento personal e integral a los estudiantes durante su trayectoria escolar”.

De acuerdo con Sánchez García, el programa permite hacer una atención personalizada para dar un seguimiento del proceso de formación del estudiante.

Aspectos emocionales, afectivos y económicos

Explicó que una de las acciones se enfoca en las metas académicas, el objetivo es mucho más amplio porque se atienden aspectos emocionales, afectivos, de adaptación y personales, factores que a final de cuentas son tan importantes en el proceso de formación que “repercuten en las actividades académicas”.

“Si un estudiante termina con su pareja y cae en depresión, afecta directamente en su rendimiento académico. Si tiene problemas en casa o alguna situación de salud, algún deceso en su familia, alguna dificultad con un compañero o profesor, o preocupaciones económicas. Son factores que roban concentración en clase, repercuten en el ámbito educativo, así que ya no sólo es la complejidad del contenido que ven en clases o las tareas, sino todos estos elementos que se van sumando.

“La idea es que el tutor, sin ser todólogo, sea quien esté de primera mano para que el estudiante pueda recurrir a él, inicialmente, para ser escuchado.

“El trabajo del tutor es generar un ambiente de confianza, de comunicación lineal, que justamente le permita al estudiante abrirse y exponer cuáles son sus necesidades y las dificultades que está enfrentando para pedir ayuda.

Orientación y apoyo

“El tutor es quien está cercano al estudiante, es el experto que desde la institución orienta al alumno. Si bien no puede dar una terapia, pueda canalizarlo al apoyo psicológico que brinda el CAE”.

La asignación del tutor la realiza el CAE, pero “si el estudiante ya tiene en mente a algún profesor, si es que ya se pusieron de acuerdo, porque les gusta su docencia o les gusta su forma de ser, nos dejan su dato y si es tutor registrado y tiene espacio (cada tutor tiene a su cargo máximo seis alumnos) se les asigna.

“En caso de que no tengan en mente a nadie nosotros buscamos uno de acuerdo a su licenciatura, turno y semestre”.

Sánchez García comentó que una vez que el tutor es asignado, se da por hecho que el estudiante continuará con el mismo profesor hasta que concluya su licenciatura, así que no se debe realizar ningún papeleo cada inicio de semestre; sin embargo, el alumno en todo momento puede cambiar a su tutor.

El tutor puede acompañar al estudiante desde el primer semestre

Agregó que “si un alumno se lleva bien con el tutor que lo recibió desde primer semestre y llega el momento de titularse, ha habido ocasiones en que se convierte en su asesor de tesis, lo que puede culminar en un doble acompañamiento”.

Todos los estudiantes inscritos en el sistema escolarizado pueden tener un tutor, y ahora también los estudiantes de la Licenciatura en Educación e Innovación Pedagógica (LEIP), que se estudia en línea, pueden obtener este beneficio.

En el caso de la LEIP, el cae hace todo el procedimiento de asignación y se avisa a la Coordinación de la Licenciatura para que abra un grupo uno a uno y se comuniquen a distancia el estudiante y el tutor.

Pueden ser tutores todos los académicos de la Universidad, ya sean de tiempo completo, medio tiempo o interinos que cuenten por lo menos con un año de docencia. Sólo tienen que registrarse en  el cae.

Si eres alumno y quieres tener un tutor, sólo debes entregar en el CAE una foto tamaño infantil (blanco y negro o a color) y el último historial académico. En caso de ser de primer semestre se acepta una copia de la tira de materias en lugar del historial.

Tutoría de pares

Una variante de la tutoría docente es la tutoría de pares, en esta modalidad son los estudiantes de séptimo y octavo semestre o egresados que están en condiciones de realizar su servicio social los que realizan el acompañamiento, pero sólo de los alumnos de primero o segundo semestre.

Los tutores pares son también los encargados de llevar a los estudiantes de nuevo ingreso a los recorridos de bienvenida.

De acuerdo con Maribel Sánchez, la ventaja de esta variante es la brecha generacional, pues “es más corta (los tutores y los alumnos) hablan todavía el mismo idioma y la línea de comunicación es mucho más directa.

“Ayudan a los alumnos de nuevo ingreso a sentirse recibidos, porque hay compañeros que son demasiado introvertidos y tímidos, lo que puede provocar que abandonen la carrera.

“Estadísticamente los chicos dejan los estudios en los primeros semestres de la carrera.

Los tutores pares hacen lo mismo que un tutor docente, pero sólo durante el semestre que dura su servicio. Actualmente el CAE cuenta con dos tutores pares que atienden en el turno matutino y otros dos para atender a los estudiantes de la tarde. Cada tutor par puede atender a seis estudiantes.

Los tutores pares deben ser estudiantes de séptimo u octavo semestre o egresados, contar con un promedio mínimo de 8.5 y no deber asignaturas, y cumplir con los requisitos que exige el reglamento de servicio social (70% o más de créditos, registrarse en la plataforma de servicio social, asistir a la plática informativa y cumplir con la documentación requerida).

Una muy buena experiencia

Dulce Alejandra Sevilla Méndez estudió la carrera de Pedagogía en la generación 2014-2017 y habló con Gaceta UPN sobre su experiencia tanto en la tutoría par como en la tutoría docente.

“El día que me inscribí en la UPN, hice un recorrido por las instalaciones. La chica que daba el tour nos recomendó que nos acercáramos al cae para pedir un tutor par, y la verdad es que la experiencia fue muy padre.

“Se creó una amistad muy linda con ella, incluso ahora que egresé aún tengo contacto con mi tutora. Eso fue lo que me llamó la atención  para después inscribirme como tutor par”.

Después de contar con una tutora par, Sevilla Méndez tuvo un tutor docente, experiencia que también le resultó muy gratificante.

“A veces crees que sólo te apoya en la cuestión académica, pero también tienes un respaldo en la cuestión emocional.

“Yo platicaba muchas cosas con mi tutora y no parecía que estuviéramos hablando profesora con alumna, sino con una amiga. Claro, no todos los profesores la manejan así, algunos son más formales”.

La tutoría no es mágica

En ese sentido, la académica del CAE sostuvo que la tutoría no funciona sin tener la atención puntual del profesor.

“Los tutores deben buscar a los alumnos, ver cómo están y qué necesitan. La magia de la tutoría es que es el detector de las necesidades de los estudiantes.

“Sabemos de primera mano qué necesita, qué está viviendo el estudiante e incluso podemos saber qué no le está dando la institución y a partir de allí tejer una red de apoyo”.

Para concluir, explicó que, a diferencia de las tutorías, las asesorías son un apoyo para presentar los extraordinarios.

“Si el estudiante tiene problemas con Estadística, puede acercarse al CAE para que se le asigne un asesor. No se le asigna un tutor porque buscamos que la función de éste sea más integral, que no sólo se quede en el ámbito de lo académico.

“Si un estudiante cuenta con un tutor, pero necesita un asesor para una materia en específico, puede acercarse con el tutor y a título personal puede recomendarle a un profesor que imparta la materia, pero esto no implica que deba dejar a su tutor”.