El llamado “halconeo” hace referencia al comportamiento del ave que sigue a su presa antes de atacarla. Se trata de la vigilancia y recolección de información para la ejecución de otros delitos realizados por el crimen organizado. Las niñas, niños y adolescentes con la actividad de halcones observan, espían y alertan acerca de los movimientos de fuerzas policiales y militares, de los adversarios de otros cárteles, de civiles, establecimientos comerciales y domicilios particulares, trenes, calles, parques. Son empleados en esta actividad ya que pasan desapercibidos con mayor facilidad que un adulto.
Vigilancia de “casas de seguridad”: A partir de la edad de 12 años, niñas, niños y adolescentes son encargados de observar y vigilar las denominadas “casas de seguridad”, espacios considerados seguros para el crimen organizado, donde ocultan dinero, armas y drogas, o utilizados para la comisión de delitos como la tortura, violación y desaparición forzada. A pesar de que anteriormente las casas de seguridad eran con frecuencia inmuebles abandonados o de difícil acceso, se ha notado un incremento de casas de seguridad en zonas habitacionales y de alto tránsito.