Perder el celular, por algún descuido propio o al ser víctima de la delincuencia, es una situación que a cualquiera pone en riesgo, principalmente por la cantidad de información que acostumbramos guardar en él.
Más allá de lamentarse por las imágenes que no se respaldaron en algún equipo de cómputo, debemos tomar en cuenta todos los datos personales y familiares que se fueron en el teléfono, además de contactos, sesiones de redes sociales y correo electrónico que quedaron abiertas.
Como es bien sabido, los delincuentes en ocasiones emplean la información contenida en teléfonos robados o extraviados para cometer ilícitos como extorsión telefónica, robo de identidad y acceso a cuentas o bienes.
Por esta razón, y como parte de las acciones preventivas que puedes llevar a cabo de manera cotidiana, respalda y protege la información contenida en la memoria de tu celular.
Ante el robo o extravío de tu equipo telefónico, denuncia inmediatamente el hecho ante tu compañía telefónica y ante las autoridades correspondientes. Asimismo, notifica a tus contactos de la situación para que estén alertas ante una posible llamada extorsiva.
También es recomendable acceder a tus cuentas de correo y redes sociales desde otro dispositivo electrónico para cerrar sesiones y cambiar contraseñas lo más pronto posible.
La Coordinación Nacional Antisecuestro (CONASE) te invita estar siempre alerta:
- No guardes en tu teléfono el parentesco que tienes con tus contactos o el apodo con el que los conoces.
- Evita mantener activas tus sesiones de cuentas bancarias y guardar en tu teléfono las claves de acceso a las mismas.
- Anota la clave IMEI de tu teléfono en un lugar seguro, pues te servirá para denunciar el robo/extravío de tu equipo y solicitar su bloqueo.
Ante cualquier intento de engaño telefónico, cuelga inmediatamente y denuncia ante el Número Único de Emergencias 911, en el 088 de Policía Federal, a través de la cuenta de Twitter @CEAC_SSPCMexico, en la aplicación PF Móvil o en tu Unidad Antisecuestro (UECS) más cercana.