Señor Presidente,

Excelencias,

Distinguidos Delegados.

Señoras y señores.

Hoy me presento ante esta Asamblea en un momento duro y doloroso para los mexicanos.

Nuestra nación está herida por los embates de la naturaleza. En las últimas semanas, junto con nuestras hermanas naciones del Caribe y los estados de Florida y Texas, en los Estados Unidos, hemos sufrido desastres naturales de gran magnitud que han provocado sufrimiento, destrucción y muerte.

Lo más grave para México han sido dos terremotos consecutivos, en tan sólo 12 días, que han puesto a prueba no solamente nuestra preparación e infraestructura, sino nuestra misma humanidad. El primer terremoto provocó un centenar de muertos y dejó 300 mil damnificados en los estados del sur, en Chiapas y Oaxaca. El segundo, ocurrido apenas hace 48 horas, ha causado hasta ahora 273 víctimas mortales, numerosos derrumbes de casas, escuelas, puentes, y muchos heridos en la Ciudad de México y en poblaciones del centro de la República.

Ante el desastre natural, Excelencias, hoy me siento más orgulloso que nunca de ser mexicano. La sociedad mexicana, unida y solidaria, ha salido a las calles a ayudar y rescatar a las víctimas de estas tragedias.

Vemos jóvenes rescatando a viejos, niños ayudando a sus padres y amas de casa uniéndose a las brigadas de rescate. Vecinos recolectando alimentos, personas abriendo las puertas de su casa para convertirlas en albergues y gente improvisándose en cadenas humanas para levantar escombros y salvar vidas de personas que aún permanecen atrapadas.

Llenos de esperanza, podemos informar a esta Asamblea que se han rescatado con vida a 51 personas entre los escombros de edificios derrumbados y esperamos rescatar a muchas más.

En esta hora difícil, a los mexicanos nos conmueven las innumerables muestras inmediatas de solidaridad de la comunidad internacional. Los amigos se hacen presentes en los momentos duros y hemos comprobado, con emoción, que México tiene amigos sinceros en todo el mundo. Su ayuda oportuna puede significar la diferencia entre la vida y la muerte de muchas personas.

Hasta este momento, la prioridad han sido las labores de rescate: ayudar a las personas atrapadas entre los escombros para que vuelvan a ver la luz. Estamos también trabajando para proporcionar asistencia médica inmediata a quien lo necesite con urgencia. Hemos unido esfuerzos para alimentar y dar refugio a todos los que han perdido su casa o tienen temor de volver a ella.

Al frente de estos esfuerzos está una sociedad decidida a salir adelante, más fuerte que nunca. Ha sido vital la labor desplegada por nuestras Fuerzas Armadas y autoridades de Protección Civil en el auxilio a la población. Las y los rescatistas no han visto descanso en esta labor, en la que queda mucho por delante.

A nombre del pueblo y gobierno de México, a nombre del Presidente de todos los mexicanos, Enrique Peña Nieto, quiero agradecer, de corazón, las innumerables muestras de simpatía y apoyo que hemos recibido del mundo entero. Su ayuda nos demuestra que estar en Naciones Unidas, en las secuelas de un desastre natural, es estar en familia.

Hoy México se siente abrazado y encuentra consuelo por un mundo que no nos deja solos en nuestra tragedia.

En particular, quiero agradecer el apoyo del Secretario General, António Guterres, y al personal del Sistema de Naciones Unidas que colabora en casos de emergencia para respaldar las labores de asistencia inmediata. Y quiero también agradecer a muchos países que se han movilizado con gran velocidad para enviar equipos de rescatistas y expertos.

Esta mañana la Ciudad de México amaneció con la presencia de rescatistas de Honduras y El Salvador, quienes fueron asignados a la zona de Tlalpan; rescatistas de Israel, quienes están en la calle de Álvaro Obregón; de Estados Unidos, que están en las calles de Escocia y Edimburgo; de Panamá, que están apoyando en las calles de Querétaro y Medellín; de España y de Chile, que han llegado recientemente y en las próximas horas se esperan equipos de Ecuador, Japón, Colombia, Costa Rica, Perú y muchas otras  naciones que nos han ofrecido ayuda que, sin duda alguna, aceptaremos y vamos a aprovechar.   

Quiero agradecer profundamente a los gobiernos de esos países por su solidaridad. Los mexicanos no lo olvidaremos. 

Sr. Presidente:

Hoy que la solidaridad internacional se hace presente en México, no podemos dejar de hablar de los retos que el mundo enfrenta y que sólo a través de la solidaridad venceremos con éxito. Uno de ellos es la creciente desconfianza en el multilateralismo.   

En la última década la economía internacional recibió los impactos de una severa crisis financiera en los países más desarrollados que causó una elevación súbita del desempleo, pérdida de ahorros y descapitalización de millones de familias y la quiebra de miles de empresas.

También, se registra una desaparición gradual de miles de empleos por la creciente robotización en algunas industrias y la automatización de algunos servicios que continúa hasta hoy. Estos factores son el origen de una ola de gran temor y frustración social, que se han transformado en sentimientos de rechazo a un mundo abierto y a la globalización.

El terrorismo también ha contribuido a acentuar los temores al mundo exterior, en la población de distintas regiones.  

Esta ola de temor y rechazo a la globalización ha llegado a las Naciones Unidas y a otras organizaciones internacionales. Hoy surgen voces que cuestionan la eficacia del multilateralismo para enfrentar los retos globales. Hoy, pareciera que a la comunidad de estados soberanos se le presenta un falso dilema: perseverar en la cooperación y la construcción de puentes de entendimiento o, por el contrario, cerrar fronteras y construir muros basados en el temor.  

México rechaza este dilema. México ha sido, y seguirá siendo, un estado soberano con profunda vocación multilateral. Ningún país, por más poderoso que sea, es capaz de responder, por sí solo, a los enormes desafíos compartidos de nuestra época.

Es el multilateralismo lo que hace la diferencia entre un sistema internacional de estados que se limitan a la coexistencia mutua, y una sociedad internacional en la que los estados soberanos se comprometen a una convivencia solidaria y responsable para la solución de los retos comunes.

El compromiso de los Estados con el multilateralismo reduce las tendencias anárquicas en el sistema internacional. Un mundo basado en normas y procedimientos soberanamente aceptados está en el interés de todos, porque el multilateralismo fija parámetros internacionales aceptables a los estados soberanos que aceptamos sujetar nuestra conducta a ellos.  

Son numerosos los logros del multilateralismo en los diversos años. La lucha contra el cambio climático, la preservación de la biodiversidad, la regulación del comercio de armas, el nuevo paradigma de la política internacional de control de drogas o la respuesta a los desastres naturales, son algunos ejemplos.  

Hoy, México apuesta nuevamente al multilateralismo en el proceso de negociación del Pacto Mundial de Migración, para que los flujos migratorios ocurran de una forma regular, segura y ordenada.

Hoy que México enfrenta una tragedia, los mexicanos comprobamos una vez más el valor del multilateralismo a través del apoyo que nos ha prestado la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de las Naciones Unidas.

Comprobamos el valor de ser parte de una auténtica comunidad internacional. En minutos, la Oficina de OCHA nos ayudó a identificar los países que tenían la capacidad necesaria para apoyarnos en esta emergencia. En este momento de dolor, el multilateralismo y las Naciones Unidas nos mostraron a los mexicanos su cara más generosa y práctica.

Señor Presidente:

Pocos instrumentos convocan a la solidaridad entre los seres humanos con la potencia de la Agenda 2030 de Naciones Unidas y para México, la Agenda 2030 es hoy un compromiso de Estado.

Por ello, establecimos un Consejo Nacional, que encabeza el propio Presidente de la República, y el gobierno federal elaborará su presupuesto y planes de desarrollo con base en los criterios contenidos en la Agenda.

La Agenda 2030 debe fungir como un nuevo articulador del trabajo de nuestra Organización. Debemos encauzar a las Naciones Unidas para que efectivamente busquen, como primer objetivo, la prosperidad de los habitantes del planeta.

Sr. Presidente:

México estará siempre a favor de la paz y de la solución pacífica de las controversias. Desafortunadamente, continúan surgiendo conflictos armados que exigen el involucramiento de las Naciones Unidas. Por eso, desde 2014, México participa en las Operaciones de Paz de Naciones Unidas. El caso exitoso del Acuerdo de Paz de Colombia es un ejemplo significativo.

Sin embargo, para que las Naciones Unidas sean más eficaces en esta tarea, es necesario fortalecer su capacidad preventiva, centrada en la persona, la promoción del desarrollo y, por supuesto, el respeto a los derechos humanos.

La existencia de armas nucleares representa una amenaza para toda la humanidad.

Ante la persistencia del peligro nuclear, el día de ayer, el gobierno de México firmó el Tratado para la Prohibición de Armas Nucleares, que en breve el Ejecutivo someterá a la aprobación del Senado de la República. Al mismo tiempo, México apoyará todas las resoluciones del Consejo de Seguridad contra las amenazas nucleares, y hoy reitero nuestro apoyo al Tratado de No Proliferación Nuclear para garantizar su efectivo cumplimiento.

Condenamos, sin ambigüedad, todos los ataques terroristas, sin importar cuál sea su motivación. Es por ello que apoyamos las iniciativas multilaterales de prevención de la ONU, que a la par de los esfuerzos para lograr la erradicación del terrorismo, promueven la tolerancia y el respeto de los derechos humanos.

Señor Presidente:

Los estados solidarios tenemos la obligación de proteger y promover los derechos humanos. Sin embargo, las mujeres y las niñas sufren de violencia sexual, exclusión, marginación, discriminación y, en casos extremos, abominables feminicidios. México reconoce su obligación de redoblar esfuerzos para combatir estas prácticas y castigar estos crímenes.

Un estado solidario está comprometido con el empoderamiento de las mujeres y las niñas. La igualdad de género es un prerrequisito para lograr un mundo en el que la paz y el desarrollo sean verdaderamente sostenibles, incluyentes y duraderos.

Sr. Presidente:

México reafirma su apertura al mundo. Estamos ampliando y diversificando nuestros vínculos políticos, económicos y de cooperación con todas las regiones, incluyendo a Europa, Asia y el Pacífico.

México y la Unión Europa están por concluir la actualización de su marco jurídico, con lo que tendrán instrumentos más fuertes para que, sobre la base de valores compartidos, como la defensa del multilateralismo, juntos enfrentar de mejor manera los retos globales de hoy. 

De la misma forma, estamos fortaleciendo nuestros vínculos económicos con China, Japón y la República de Corea; y hemos iniciado negociaciones comerciales con Australia, Nueva Zelandia, Singapur e Israel, por sólo mencionar algunos ejemplos.

Al mismo tiempo, estamos decididos a profundizar nuestros lazos con la región a la que orgullosamente pertenecemos: América Latina y el Caribe.

El desastre natural que hoy vive México comprueba que la solidaridad es un valor esencial para los países de nuestra región. México ha sido, es y quiere ser solidario con todas y cada una de las naciones de nuestra América Latina y el Caribe.

Queremos ser solidarios con nuestros hermanos de El Salvador, Guatemala y Honduras en sus esfuerzos cotidianos para fortalecer la seguridad, la estabilidad y la prosperidad de sus sociedades para que tengan una convivencia segura y próspera.

México quiere ser solidario con los hermanos del Caribe, que enfrentan un enorme desafío para su reconstrucción. México ha estado y seguirá presente en este esfuerzo.

Queremos ser solidarios con el pueblo venezolano que hoy lucha por recuperar su democracia.

Mantendremos la solidaridad con nuestros socios de la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia y Perú), para seguir promoviendo la innovación, el comercio y la inversión en nuestros países.

Queremos ser solidarios con los miembros del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), con quienes la Alianza del Pacífico ha iniciado un proceso prometedor de acercamiento.

Queremos ser solidarios con nuestros hermanos cubanos, que aspiran a abrirse al mundo y normalizar sus relaciones con todas las naciones.

Señor Presidente:

México también es un orgulloso miembro de América del Norte. Como nación soberana y solidaria, creemos en el proceso de integración norteamericano para que esta región se consolide como la más competitiva del mundo.

México aspira y apuesta por una región donde prevalezcan los puentes de amistad y cooperación y el principio de corresponsabilidad para enfrentar nuestros problemas comunes.

Hoy, el pueblo y el gobierno de México reiteran en esta tribuna su profunda solidaridad con todos los mexicanos que viven en Estados Unidos, sin importar su condición migratoria.

El gobierno de México tiene la obligación jurídica y legal de protegerlos y apoyarlos. A través de nuestros Consulados, seguiremos apoyándolos, defendiendo sus derechos y abogando por sus causas.  

Estamos profundamente orgullosos de ellos y su contribución a la economía, la cultura y la sociedad norteamericana. Estamos particularmente orgullosos de los Dreamers, los soñadores, y seguiremos pugnando por una solución permanente a su situación jurídica.

Con Canadá y Estados Unidos estamos avanzando en la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Asumimos este proceso con absoluta seriedad. México defenderá en todo momento su legítimo interés nacional, con la convicción de que es posible alcanzar un resultado muy positivo para las tres naciones.

Sabemos que el mundo está atento a este resultado. Estamos frente a la oportunidad de consolidar una América del Norte más próspera, más competitiva y también más justa.

Señor Presidente:

En esta hora de dolor, los mexicanos comprobamos el valor de unas Naciones Unidas más solidarias, eficientes, eficaces, transparentes y representativas.  

El gobierno que represento apoya, por lo tanto, las propuestas del Secretario General, António Guterres, porque van encaminadas a hacer del Sistema de Naciones Unidas una organización más eficaz y solidaria.

Excelencias:

El mensaje que les transmito hoy es que los mexicanos superaremos la catástrofe y nuestra nación saldrá fortalecida. México es un pueblo fuerte. El pueblo y el gobierno de México estamos de pie.

Hoy los mexicanos le decimos al mundo y a las Naciones Unidas, ¡muchas gracias!

Gracias a las agencias de la ONU por estar al pendiente de nosotros. 

Gracias a los gobiernos por sus muestras de simpatía, apoyo y extraordinariamente valiosa ayuda.

Gracias a todos por su solidaridad.

Gracias a los ciudadanos del mundo que hoy piensan en nosotros.  

Gracias por sus oraciones, gracias por sus buenos deseos.

Gracias a todos por estar con México hoy y siempre.