Se dice que la radio –el primer medio de comunicación masiva que cambiaría el mundo– hizo su presencia en México durante el año de 1921, y aunque hay una discrepancia sobre su paternidad -ya que mientras algunos sostienen que fueron los hermanos Pedro y Adolfo Gómez Fernández en la Ciudad de México, quienes hicieron la primera emisión de radio, otros argumentan que fue Constantino de Tárnava en Monterrey- lo cierto es que la radio ya es una antigua conocida con algo más de cien años en nuestro país.  

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En este repaso de la radio y sus diversas funciones, hay una que hoy queremos destacar por su vínculo con los sectores rurales, en particular, los pequeños productores, los trabajadores agrícolas, los grupos indígenas, las mujeres rurales y sus necesidades. Nos estamos refiriendo a las radios comunitarias del ámbito rural.

Las radios comunitarias son aquellas estaciones -en muchas ocasiones- de corto alcance, sin fines de lucro, que responden y se comprometen con las necesidades de información y los intereses de las personas de su comunidad, mostrando la diversidad y pluralidad de los sectores, en los idiomas y formatos que mejor se adaptan al contexto local.

En palabras de Aleida Calleja y Beatriz Solís “…las radios comunitarias representan la posibilidad de los ciudadanos comunes, “los de a pie”, para ejercer su libertad de expresión y, en todo caso, sentirse involucrados, reconocidos e identificados con sus planteamientos y contenidos a través del soporte tecnológico que es la radiodifusión”.    

En México, las primeras radios comunitarias fueron semillas que geminaron desde lo rural. Un ejemplo de ello es Radio Teocelo, una estación que inició transmisiones en 1965, abarcando la región de Coatepec y Xalapa, que es un importante centro en la producción de café de altura de alta calidad en el país. De ahí que la cafeticultora fue una de las identidades sociales y económicas que determinó y que aún lo sigue haciendo, la programación radiofónica de esta estación. En los años que siguieron, otros temas han tomado también relevancia, como es la migración, la rendición de cuentas y la cuestión de género.

De igual modo, Radio Huayacocotla –mejor conocida como “La voz campesina”- es un referente indispensable en la historia de la radio comunitaria y de servicio a la población campesina. Sin dejar de tratar temas de coyuntura, su trabajo de información en lo agrícola desde variados enfoques, sigue siendo fundamental. A través de cápsulas como las siguientes, examina cuestiones que atañen a la comunidad:

  • Lo que puede dar la milpa, en dónde se esbozan las ventajas de este sistema de cultivo, a través de la voz de los protagonistas, como lo es Mariela de la comunidad de Las Flores.
  • El cultivo del café lo traemos en la sangre, apunta a la necesidad de seguir produciendo café, ya que es un cultivo primordial para la región. Todo esto en palabras de Don Efraín, un cafeticultor de Puebla.
  • El trabajo de temporal es una causa de migración interna en comunidades dedicadas a la agricultura, en esta cápsula se exponen las condiciones que sufren los pequeños agricultores ante la falta de ingresos, debido a que la siembra es un trabajo temporal, por lo que se ven empujados a migrar en la búsqueda de ingresos adicionales.

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Las radios comunitarias a lo largo de su trayectoria han contribuido -además del derecho a la información, la libertad de expresión y a la generación de ciudadanía- al desarrollo rural de las zonas en las que transmiten, sobre todo, si consideramos que las emisiones han favorecido:

  1. La reivindicación y el significado de los pequeños agricultores y las mujeres rurales, al ser un espacio que muestra una cara diferente de la comunidad que habita en el sector rural.
  2. Un espacio de comunicación en el que pueden participar los pobladores y con ello, las posibilidades de tener acceso a la oferta institucional de programas a su favor.
  3. La identificación con el concepto de desarrollo sustentable, reconociéndolo como una idea de cambio de carácter gradual, en la que el desarrollo no significa un crecimiento desmedido, sino por el contrario, un proceso de mejoramiento de la calidad de vida del ser humano.
  4. La revalorización de lo rural, que parte del supuesto de que no sólo existe, sino de que es de suma importancia para la sociedad y la economía en su conjunto. La revalorización más importante, sería en lo cultural, la visión de lo rural como una alternativa de vida.

De acuerdo con la Asociación Mundial de Radios Comunitarias, en nuestro país hay 62 radios comunitarias asociadas a dicho organismo. Gracias a la batalla que libraron entre los años 2002-2005, en 2013 lograron su reconocimiento. Son todavía varios los retos que enfrentan, desde los costos de mantenimiento y transmisión, hasta los cambios tecnológicos que se están registrando.

Las emisoras en el ámbito rural han representado una opción comunicativa para aquellas comunidades que carecían de posibilidades de acceso a información y menos aún, de un espacio comunicativo en el que el pudieran participar.  Francisco Toledo -el pintor oaxaqueño- lo resumía de este modo, “Si lo que quieren es saber si la radio le da servicio a la comunidad, aquí mismo se los corroboro, la radio es indispensable y trabaja mucho con la gente”.

En este Día Mundial de la Radio, reconozcamos la labor y el esfuerzo que las estaciones comunitarias realizan día con día.