Es un hecho que los alimentos acuáticos han ganado –en las últimas seis décadas- un mayor reconocimiento por el trascendente rol que están cumpliendo en la seguridad alimentaria y la nutrición. Ejemplo de ello es que su ingesta a nivel mundial se ha incrementado de forma significativa. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha estimado que el consumo per cápita de alimentos acuáticos se incrementó de 9.9 kg en la década de 1960 a 20.5 kg en 2019. Si bien, en 2020, como consecuencia de la pandemia de COVID-19 esta cifra disminuyó, su caída fue apenas ligera, al registrarse en 20.2 kg.

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Dentro del amplio grupo de alimentos del mar, el atún tiene un lugar especial, sobre todo si consideramos que muchos países dependen de él, no sólo como un recurso para la alimentación y la nutrición, sino también, en términos de desarrollo económico, empleo, ingresos fiscales, medios de vida, cultura y recreación.

Es por ello que en diciembre de 2016, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas decidió aprobar la resolución que establece el 2 de mayo como el Día Mundial del Atún, con el objetivo de crear conciencia sobre su valor, las amenazas que afrontan sus poblaciones y los beneficios económicos y sociales de gestionar una captura sostenible.

Aquí te dejamos algunos de los datos más recientes que, a nivel global y nacional, se tienen de esta importante especie y que nos permiten dimensionar su relevancia en la seguridad alimentaria.

  • En 2020, el atún se ubicó dentro del grupo de captura de mayor valor en el mundo, entre los que se incluyen, además, a los cefalópodos, camarones y langostas.
  • Las capturas de atún y especies afines han mantenido sus niveles en los últimos años. Aunque es importante señalar, que descendieron de 8.2 millones de toneladas en 2019 a 7.8 millones de toneladas en 2020, debido a que las exportaciones de atún fresco se vieron afectados por las restricciones ligadas a la COVID-19.
  • Ha sido el atún y especies afines –junto con el marlín y el camarón- las que han impulsado el incremento constante de capturas en las regiones del Océano Índico y del Pacífico centro-occidental.
  • A escala mundial, las siete especies de atún de mayor importancia comercial son el atún blanco (Thunnus alalunga), el patudo (Thunnus obesus), el listado (Katsuwonus pelamis), el rabil (Thunnus albacares) y tres especies de atún rojo (Thunnus thynnus, Thunnus maccoyii y Thunnus orientalis).
  • Las poblaciones de atún son de suma importancia debido a su gran volumen de captura, alto valor económico y amplio comercio internacional.
  • Al mismo tiempo, el impulso de una pesca sustentable está sujeta a desafíos adicionales a causa de su carácter altamente migratorio y su frecuente distribución en diferentes regiones de captura.
  • En 2019, se estimó que, en promedio, 66.7% de las poblaciones de las principales especies de atunes comerciales fueron explotadas dentro de niveles biológicamente sostenibles, cifra ligeramente superior a la registrada en todas las demás especies.
  • En 2020, el valor de las exportaciones mundiales de atunes, bonitos y marlines ascendió a 14 mil 600 millones de dólares estadounidenses, que equivalen a 9.7% del valor de todas las exportaciones de productos acuáticos. Este porcentaje se ha mantenido relativamente estable durante muchos decenios, debido a su elevado éxito comercial.
  • Su comercio consta de dos amplios grupos de productos; el primero comprende el atún elaborado y en conserva, mientras que el segundo se encuentra en el atún fresco de calidad alta.
  • Tailandia ha establecido una gran industria de elaboración de atún, que se abastece de materia prima de grandes flotas pesqueras, desempeñando así, un papel fundamental en el comercio internacional.
  • Existen industrias más pequeñas, en otras partes del mundo como Asia, África y América Latina. En esta última región, Ecuador suministra al mercado de la Unión Europea grandes cantidades de atún elaborado y materias primas.
  • En el caso de México, la producción de atún durante el año 2021 fue de 132 mil toneladas, lo que generó un valor de 2 mil 103 millones de pesos.
  • La producción se concentra en Sinaloa, Colima, Chiapas, Baja California y Veracruz, quienes aportan en conjunto 98.4% de los volúmenes totales.
  • El atún en nuestro país, representa 6.8% de la producción nacional pesquera y 4.5% del valor total.

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La demanda de atún en el mercado global y nacional se mantiene elevada y es probable que lo siga siendo en el futuro. De ahí la necesidad de generar las acciones para una ordenación eficaz, en particular, mejorando la presentación de informes y el acceso a los datos, así como aplicando normas de control de las capturas en todas las poblaciones de atunes, a fin de mantener un nivel sostenible de las poblaciones y reponer aquellas sobreexplotadas.

Hoy tenemos esa responsabilidad, si queremos garantizar la seguridad alimentaria en el futuro.