Si estás listo toma lápiz y papel y sigue leyendo cómo es que puedes empezarla:

1º- Diseña y planifica tu huerta teniendo en cuenta: las dimensiones del terreno disponible, cuándo sembrar, la climatología, variedades de hortalizas y frutales, tus gustos en cuanto a las frutas y verduras, y sobre todo, el tiempo que tienes disponible y que podrás dedicar a tu huerta orgánica.

2º- Conoce a otros hortelanos de tu zona con los que poder intercambiar semillas y compartir experiencias e información importante que te vendrá muy bien a la hora de empezar y continuar con las labores de tu huerta ecológica.

3º-¿Arar o no la tierra? Es importante tener en cuenta las experiencias y resultados del Método Fukuoka a la hora de plantearte ir más allá del simple cultivo de alimentos y convertir tu huerta orgánica en un espacio natural que tienda a la autoregulación más que a la dependencia absoluta del hortelano.

4º- El riego es uno de los factores que debes cuidar. La forma más sensata de usar el agua es mediante el riego por goteo. 

5º-¿Sabías que hay diferentes formas de sembrar las semillas que puedes poner en práctica en tu huerta? Conoce los tipos de siembra más comunes para poder elegir la mejor opción en tu caso.

6º- Cómo aprovechar lo que a priori pueden ser dificultades y ponerlas a tu favor. En muchos de estos casos la permacultura es la clave.

7º- Prevenir plagas y enfermedades. Muchos de los recursos que se gastan durante el cultivo de alimentos van destinados a combatir plagas y enfermedades, lo que significará una mayor cosecha y más tiempo para dedicar a otros cuidados de mantenimiento.

 8º- Un suelo sano produce plantas y alimentos sanos. Crear tu propia composta a partir de los desechos de la propia huerta como ramitas, plantas, hojas, etc. y de los desechos órganicos del hogar, es lo más recomendable para reestablecer la materia orgánica de la tierra y favorecer su fertilidad.