La optimización de los recursos naturales es una de las principales motivaciones que impulsaron la generación de esta importante fecha, pues el estilo de vida de la humanidad ha llevado al planeta a su límite, generando problemáticas graves como el cambio climático y desequilibrios ecológicos que afectan cada día, de forma más grave la supervivencia humana.
Las consecuencias de nuestros métodos de consumo son principalmente derivadas de la sobreexplotación de los recursos naturales, y lo más preocupante de dicha situación es que esos recursos muchas veces no se aprovechan en su totalidad y son desperdiciados, acarreando una problemática más, que es lidiar con la exorbitante cantidad de desechos que generamos.
Derivado de esta creciente problemática, es que surgen iniciativas como el “Día de Cero Desechos” que se encamina principalmente en generar conciencia de nuestro impacto ecológico, nuestros patrones de consumo y el tratamiento de nuestros residuos. Con estos tres ejes principales es que se puede entender el sentido de esta fecha y la importancia de tomar acciones, ya que de continuar así en algunos años más, no será posible siquiera, mantener el estilo y calidad de vida a la que estamos acostumbrados.
Es importante saber la huella ecológica que representamos de forma individual y colectiva, es decir, que tantos recursos naturales se gastan para la generación de alimento, vivienda, vestido, servicios de salud y algunas otras necesidades básicas. En la medida en que seamos conscientes de ello, podremos pasar al segundo eje articulador, que va en función del conocimiento de nuestros patrones de consumo.
Los patrones de consumo son aquellos que nos permiten evaluar si estamos cubriendo nuestras necesidades básicas, si no lo estamos logrando, o si las estamos rebasando. Desafortunadamente, en la actualidad, la tendencia más marcada es la que sobrepasa, por mucho, las necesidades esenciales y se gastan muchos más recursos de los que se debería, para poder mantener la sustentabilidad del planeta.
El consumo desmedido de ropa, productos de tecnología y alimentos, entre otros, son algunos de los sectores en donde el desperdicio de recursos es inmenso. Aludiendo a ello, fenómenos como el fast fashion, hacen que gran cantidad de ropa sea manufacturada y desechada antes de que cumpla un ciclo de vida útil. Por otro lado, el constante desecho de productos electrónicos derivado del avance tecnológico constante que hace parecer obsoletos los gadgets de años anteriores, también representan un severo problema, pues estos desechos son los más difíciles de reciclar.
Esto nos lleva al último eje articulador, que es el tratamiento de los desechos, pues lo ideal sería que la basura fuera reciclada para reducir el impacto ecológico de la explotación constante de recursos, y reducir también la contaminación ambiental que generan los vertederos o basureros colectivos, que generalmente es el fin último de la basura. Sin embargo, la cultura del reciclaje y del reúso todavía no son generalizadas, lo que indica una severa acumulación de desechos a nivel mundial.
Por ello, este 30 de marzo, te invitamos a unirte a las nuevas formas de consumo sustentables y responsables, para poder reducir nuestro impacto ecológico y aumentar la fuerza de la tendencia de vivir generando cada vez menos residuos.
