Las cactáceas son un familia de plantas, que tiene como una de sus características principales, la estructura de su tallo, la que al ser carnoso y de forma redondeada o aplanada tiene la capacidad de acumular agua, pues generalmente estas se encuentran en zonas con climas desérticos en donde el recurso hídrico es escaso y su aprovechamiento es vital.

También se caracterizan por tener espinas en su estructura, que son hojas modificadas que ayudan a que la captación de agua sea más efectiva, ya que son capaces de absorber con mayor eficacia la humedad del ambiente.

México cuenta con 669 especies de cactáceas, encontrándose principalmente en las zonas áridas, de las que 518 son endémicas; esto quiere decir, que se ubican solamente en lugares sumamente específicos y de difícil reproducción en ámbitos diferentes al de su origen. Al albergar a esta gran familia de plantas, no es raro que el cactus sea utilizado como una referencia cultural de nuestro país alrededor del mundo.

A lo largo del territorio su uso es muy variado. Por ejemplo, en el ámbito alimenticio, se hace evidente al consumir de manera constante productos como los nopalitos, la tuna y el xoconostle, entre otros.

También tienen un importante papel en el ámbito de la floricultura, pues los cactus al ser cuidados de forma correcta suelen tener floraciones llamativas y coloridas, que recurrentemente han sido utilizadas como elementos decorativos de casas y jardines.

La figura del cactus es tan importante en México, que incluso, se encuentra representado en el escudo nacional, lo que hace referencia a la importancia cultural que las cactáceas tienen desde tiempos prehispánicos.

Desafortunadamente, algunas como la biznaga se encuentran en peligro de extinción, por lo que la extracción de su lugar de origen está penado por la ley.

Es precisamente por esta razón que se ha determinado el 10 de octubre como el Día Nacional de las cactáceas, con el afán de concientizar acerca de su importancia en el equilibro ecológico de los ecosistemas desérticos, así como fomentar el consumo responsable de los productos que derivan de ellas.

Muchos serán los esfuerzos que se tendrán que llevar a cabo para generar medidas que contribuyan a disminuir la presión sobre estas poblaciones naturales y buscar su protección. Debemos romper con ese refrán popular que dice: “Al nopal sólo lo vamos a ver, cuando tiene tunas”. Es necesario asistirlo todos los días y velar por su seguridad recordando, que forma parte de nuestro patrimonio y por lo tanto de la identidad nacional.

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Te invitamos a conocer más acerca de la diversidad de cactáceas en México, si deseas consultar información estadística sobre cultivos como el nopal y la tuna te recomendamos visitar la página del SIAP, en el apartado de Producción agrícola