El Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero celebró el 20 de diciembre su quincuagésima sesión ordinaria.

En esta sesión, el Consejo actualizó su balance de riesgos y analizó los retos que enfrenta el sistema financiero mexicano ante la coyuntura actual.

Asimismo, se le presentaron los resultados de la Encuesta de Percepción de Riesgo Sistémico.


La actividad económica mundial ha presentado una moderada recuperación, si bien las perspectivas para 2023 siguen mostrando cierto deterioro. La inflación global continúa elevada, aunque en diversas economías ha disminuido ante menores presiones en los precios de alimentos y energéticos. En este contexto, la política monetaria en diversas jurisdicciones continuó aumentando sus tasas de referencia, si bien en algunos casos a un menor ritmo. No obstante, las previsiones indican que las tasas permanecerán en niveles elevados por un periodo prolongado. De hecho, en su última reunión, la Reserva Federal aumentó el rango objetivo para la tasa de fondos federales en 50 puntos base, después de cuatro incrementos consecutivos de 75 puntos base cada uno. Las condiciones financieras globales se han relajado en el margen, si bien permanecen apretadas y los mercados financieros internacionales han registrado cierta volatilidad.

En México, en línea con lo observado a nivel global, los mercados financieros nacionales mostraron un comportamiento mixto y con episodios de volatilidad, reflejando el ambiente de mayor incertidumbre y aversión al riesgo. El peso mexicano siguió mostrando resiliencia, si bien con cierta volatilidad. Por su parte, las tasas de interés de corto plazo aumentaron y las de mediano y largo plazos disminuyeron significativamente.

En este entorno, persisten riesgos globales para la estabilidad financiera. Por un lado, es posible que se prolonguen las presiones inflacionarias y se dé un agravamiento de las tensiones geopolíticas. Asimismo, las condiciones financieras podrían apretarse más y presentarse episodios de volatilidad en los mercados financieros globales, con posibles implicaciones en los mercados nacionales. Además, persiste el riesgo de que el proceso de recuperación de la economía mundial se vea rezagado por una desaceleración mayor a la anticipada.

En el ámbito interno, la actividad económica nacional ha seguido su proceso de recuperación gradual. Hacia adelante, persiste el riesgo de un mayor debilitamiento de la demanda interna, tanto por el consumo como por la inversión, al tiempo que el dinamismo de las exportaciones podría verse afectado por el entorno de debilidad en la actividad económica global. La calificación crediticia soberana continúa manteniendo el grado de inversión con una perspectiva estable. Respecto a la calificación crediticia de Pemex, esta también se mantiene estable.

En este contexto, el sistema bancario mexicano continúa mostrando resiliencia y, en general, una posición sólida con niveles de capital y de liquidez que exceden con holgura los mínimos regulatorios. Sin embargo, cabe señalar que, de materializarse algunos de los riesgos señalados, la morosidad de algunos segmentos de la cartera crediticia de la banca podría incrementarse. En cuanto a los intermediarios financieros no bancarios, destaca que algunas instituciones han enfrentado dificultades asociadas al encarecimiento y menor disponibilidad de sus fuentes de fondeo. Si bien no se descarta que dichas dificultades pudieran extenderse a otros intermediarios, cabe señalar que este sector tiene una participación pequeña y está relativamente poco interconectado con el sistema financiero en su conjunto, por lo que dicha situación no representa un riesgo de alcance potencialmente sistémico.

El Consejo también tomó conocimiento de los resultados de la Encuesta de Percepción de Riesgo Sistémico. Los resultados indican que el riesgo de mayor inflación a la esperada es el más mencionado, tanto entre los riesgos financieros internos, como entre los externos. En cuanto a la probabilidad de ocurrencia de un evento que afecte al sistema financiero, se aprecia una tendencia a la baja respecto al semestre anterior.

El Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero está conformado por el Secretario de Hacienda y Crédito Público, quien lo preside, la Gobernadora del Banco de México, el Subsecretario de Hacienda y Crédito Público, dos Subgobernadores del Banco Central, el Presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el Presidente de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, el Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro y el Secretario Ejecutivo del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario.