El informe destaca que la sólida política macroeconómica sustentada en un manejo innovador de la deuda, una adecuada política monetaria y un tipo de cambio flexible pudieron proteger la estabilidad macroeconómica y regresar rápidamente a la económica al camino de la recuperación, aunque aún existen desafíos.
Indica que hubo un repunte sólido de la actividad económica en la primera parte de 2021, pero que se ha debilitado debido a las presiones de abastecimiento y a los nuevos brotes del virus SARS-CoV-2. La OCDE estima que México crecerá 2.3% en 2022 y 2.6% en 2023. Después de un incremento de 5.3% en 2021.
La recuperación económica actual está liderada por un desempeño fuerte de los sectores manufactureros, agrícola y de servicios .
El Secretario General de la OCDE, Mathias Cormann, al presentar este Estudio durante un evento virtual junto al Secretario de Hacienda de México, Rogelio Ramírez de la O, señaló que “México tiene un gran potencial para convertirse en una economía de alto crecimiento, con altos niveles de vida para todos. Puntualizó que para convertir esta oportunidad en una realidad, era necesaria una agenda integral de reformas”.
Para la OCDE una agenda integral de reformas ayudaría a México a una mayor fortaleza y calidad de la recuperación y al crecimiento a mediano plazo. Las reformas deberían: a) impulsar la inversión y revertir el bajo crecimiento de la productividad (al mejorar las regulaciones comerciales, impulsar la competencia, reducir la informalidad y la corrupción e intensificar los esfuerzos para cumplir con los objetivos de emisión de gases de efecto invernadero); b) elevar el crecimiento y los empleos; y c) elevar el gasto social (en especial, en educación y salud).
El reporte plantea que, para reforzar el marco de política macroeconómica, México debe mantener su compromiso con la solidez de las finanzas públicas y la sostenibilidad de la deuda y satisfacer las crecientes necesidades de gasto mediante el aumento de los ingresos fiscales.
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