El informe sobre las Perspectivas Económicas Mundiales de octubre 2021 del Fondo Monetario Internacional (FMI), señala que la recuperación económica mundial continúa, aunque ha perdido impulso, ya que la pandemia persiste. La duración de los efectos de esta pandemia, dependerá del acceso a vacunas y de la rápida y adecuada respuesta que lleve a cabo cada país, con políticas de apoyo.
El organismo proyecta para la economía mundial un crecimiento de 5.9% en 2021, 0.1 puntos porcentuales menos que su previsión de julio. Esta revisión a la baja se debe a un deterioro en las perspectivas de las economías avanzadas, en parte a las perturbaciones del suministro, y de los países en desarrollo de bajo ingreso, por los efectos de la pandemia. Esa situación es en parte compensada por las mejores perspectivas a corto plazo de algunas economías de mercados emergentes y en desarrollo que exportan materias primas, ante el aumento de los precios de estos productos.
Para 2022 la proyección para la economía mundial la mantiene en 4.9%.
Por regiones y países existen brechas en la recuperación, ante las disparidades en la aplicación de vacunas y en las medidas de apoyo.
Para el FMI, la principal prioridad en materia de políticas es vacunar al menos al 40% de la población en todos los países para finales de 2021 y al 70% para mediados de 2022. Otra prioridad urgente a escala mundial es contener el crecimiento de los efectos adversos del cambio climático.
En general, el organismo internacional considera que se necesita “un firme esfuerzo en materia de políticas a nivel multilateral en relación con la distribución de vacunas, el cambio climático y la liquidez internacional para mejorar las perspectivas de la economía mundial”. Lo anterior aunado a políticas locales adecuadas a cada caso.
Las perspectivas de inflación son muy inciertas. El FMI señala que la inflación muestra una marcada alza en los Estados Unidos y en algunas economías de mercados emergentes, debido a que a medida que se levantaron las restricciones, la demanda se aceleró, pero la oferta no lo hizo con la misma velocidad. Considera que, aunque se prevé que las presiones de precios se moderen en la mayoría de los países en 2022, las perspectivas de la inflación son sumamente inciertas.
El fondo destaca que los principales riesgos a la baja para el crecimiento global siguen relacionados con la pandemia, mientras que los riesgos para la inflación están sesgados al alza por los problemas en las cadenas de producción.
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