1. Ciudadanización del combate a la corrupción y a la impunidad.

La gran fuerza vital, la gran sangre que debe de recorrer todas las venas de este Estado, debe ser de los ciudadanos. Se debe de ciudadanizar la vigilancia, la fiscalización, impulsar la denuncia ciudadana y castigar las conductas irregulares.

2. Democratizar las tecnologías.

Tenemos sistemas, tenemos bases de acción en términos de nuevas tecnologías para la prevención y el combate a la corrupción; pero no están necesariamente en todos los ámbitos de acción de este país. Y los necesitamos acercar a todos los ciudadanos.

Hablamos de usar de forma estratégica y coordinada, los grandes volúmenes de información con que contamos, que generamos a diario en todos los Poderes: en el Senado, en la Cámara de Diputados, en el Ejecutivo; y acercarlos a la ciudadanía para, efectivamente, permitir ese control ciudadano verdadero.

3. Protección a alertadores internos. 

Los alertadores internos, es una cuestión que no ha cumplido el Estado Mexicano porque nosotros somos signatarios de las más diversas normas internacionales para combatir la corrupción; y eso nos obliga a tener leyes de protección y auspicio a los alertadores internos, que protejan con normatividad laboral, con normatividad de derechos fundamentales y con todo tipo de normas.

Estas quejas confidenciales o esta información confidencial, que se ofrece contra funcionarios públicos, políticos y empresarios que delinquen o que malversan fondos. Los llamados whistle lords, el que da el toque de alerta, nosotros los hemos bautizado como alertadores internos ciudadanos; van a tener en esta Secretaría de la Función Pública la normatividad necesaria para apoyarnos en el combate a la corrupción.

4. Relanzamiento del servicio profesional de carrera.

Nos parece que el mérito, la honestidad, el trabajo en beneficio de la sociedad, no han sido suficientemente valorados en el Servicio Profesional de Carrera.

Tenemos que realmente relanzar la normativa y relanzar sobre todo las prácticas para profesionalizar y para hacer que el Servicio Profesional de Carrera, no tenemos las suficientes funcionarias públicas en los más altos niveles que se merece esta Administración Pública.

El Servicio Profesional de Carrera hará más eficientes los mecanismos de ingreso, más transparentes los mecanismos de acenso, pero también más justos y más enfocados a la justicia y a la equidad de género.

5. Austeridad Republicana, fiscalización y evaluación de la gestión pública.

Enfatizaremos en el rol preventivo, pero también en el rol correctivo inmediato.

No queremos ser policías que manden a la cárcel, ser policías que manden a las instancias de justicia inmediatamente, sino tener un acompañamiento verdadero, un caminar al lado de los ciudadanos y al lado de los funcionarios para prevenir, pero inmediatamente corregir y empujar los proyectos que nos van a beneficiar a todos como nación.

Nuestra austeridad no es una austeridad sin adjetivos, no es una austeridad en abstracto, es una austeridad republicana; una austeridad que va a empujar a que colmemos nuestros objetivos como República.

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