Ciudad de México
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Muy buenas tardes a todas y todos ustedes.

Muy estimados y respetados maestros, padres de familia y alumnos; señoras y señores.

Ha sido una feliz coincidencia que, a unos cuantos días de haber tenido yo la oportunidad de visitar esta escuela, hace un par de semanas tal vez, el presidente Enrique Peña Nieto la haya elegido para inaugurar el ciclo escolar 2018-2019 y que, en ese sentido, me haya encomendado el alto honor de representarlo esta tarde.

Coincidencia sí, pero no casualidad, porque estamos no sólo en una de las mejores escuelas del país, sino también en una institución emblemática del esfuerzo histórico que México ha realizado en el campo educativo.

Hoy, casi 26 millones alumnos de educación básica inician clases en toda la geografía nacional; hoy inicia la primera fase de aplicación del Nuevo Modelo Educativo, uno de los pilares fundamentales de la Reforma Educativa; hoy se realiza la última ceremonia de esta naturaleza en el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

Por lo tanto, se impone hacer un contraste entre los objetivos que se propuso la reforma, mejores maestros, mejores escuelas, mejores contenidos y mejores logros de aprendizaje, y las metas alcanzadas seis años después.

Suele decirse que todo el mundo tiene derecho a su propia opinión, pero la realidad es que los datos y los hechos suelen ser únicos. Vamos a ellos: antes teníamos un sistema opaco, corporativo de ingreso, promoción y permanencia en la docencia, hoy tenemos un sistema claro, transparente, verificable y basado en el mérito y el esfuerzo que lo han construido un millón 520 mil maestros participantes en los distintos procesos del Servicio Profesional Docente.

Antes había que transitar por prácticas llamémosle atípicas para acceder a una plaza o a una promoción. Hoy, 206 mil maestros ya obtuvieron su plaza o su ascenso exclusivamente por ellos mismos, por sus méritos y por su participación exitosa en los concursos correspondientes.

Antes, al inicio de la Reforma, en el promedio de los cinco estados con más alto desempeño, incluida la Ciudad de México, apenas el 52 por ciento de los participantes en los cursos de oposición lograron el resultado llamado Idóneo. Hoy lo alcanza el 70 por ciento.

Antes no había un sistema profesional, moderno para evaluar la calidad y la capacidad de los maestros. Hoy el 60 por ciento de los maestros en la educación básica obtienen los resultados de Bueno yDestacado, que son los más altos por nivel de desempeño, y 72 mil maestros reciben por ese resultado algún tipo de incentivo adicional.

Antes teníamos un mapa curricular que los vertiginosos cambios en el mundo del conocimiento y de la pedagogía volvieron obsoleto. Hoy, tenemos un Nuevo Modelo Educativo y un nuevo currículum que buscan hacer crecer integralmente a los alumnos tanto en su desarrollo intelectual como físico, artístico y emocional, sobre la base de la formación académica de desarrollo personal, de la educación socioemocional.

La autonomía curricular, es una de las mayores innovaciones que encontrarán los alumnos y los padres de familia en este nuevo ciclo escolar. Antes teníamos 6 mil 700 escuelas de Tiempo Completo, hoy tenemos poco más de 25 mil, y son las que están mostrando el desempeño más alto en todos los indicadores.

Antes, había un conjunto de acciones dispersas para mejorar el estado físico de las escuelas en el que se invirtieron poco más de 22 mil millones de pesos en los dos sexenios anteriores.  Hoy hay un programa debidamente organizado en el que se habrán invertido 139 mil millones de pesos en todo el sexenio; en 50 años, la cifra más alta según reporta en su informe anual el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.

Antes, la cobertura en la media superior alcanzaba el 65.9 por ciento, hoy llegamos casi al 86 por ciento incluyendo diversas modalidades.

Antes, la tasa de analfabetismo era de 6.5 por ciento, hoy se redujo al 4.2 por ciento. Antes, en las pruebas utilizadas para evaluar los logros de aprendizaje los resultados prácticamente no se movían. Hoy, los alumnos empiezan a mostrar mejores logros de aprendizaje, en la prueba PLANEA, por ejemplo, donde 11 estados incrementaron su puntaje promedio en Lenguaje y comunicación y 18 en Matemáticas.

Reitero, todo mundo tiene derecho a su propia opinión, pero no a sus propios hechos, a sus propios números o sus propias realidades, y estos son tan solo algunos de los que se han alcanzado gracias precisamente a la Reforma Educativa.

Hace unos cuantos días, cuando visité esta escuela les pregunté a los maestros que estaban en sesión del Consejo Técnico Escolar qué mensaje querían que me llevara.   Una de ellas me contestó, me dijo: “Llévese secretario un mensaje central: para nosotras la importancia de apreciar y revalorar aún más la profesión docente”. Tenía toda la razón.

En los logros de la reforma que acabo de mencionar, que acabo de enunciar los grandes protagonistas han sido los maestros, los niños y los padres de familia, nadie más.

Queridas maestras, maestros, padres de familia y alumnos.

Como toda política pública, y más en educación, hay muchas metas y más objetivos por lograr, pero nadie puede negar que, al menos en los últimos sesenta años, a juicio de propios y extraños, esta ha sido la Reforma Educativa más importante que se ha realizado en México. Estas son las realidades de una reforma de un peso moral, político, pedagógico y ético, que no se pueden negar y porque en ella está depositada la esperanza de que millones de niños y jóvenes alcancen su máximo potencial y tengan una vida buena.

Celebremos, pues, con el mayor entusiasmo, dedicación y compromiso el inicio de este nuevo ciclo escolar, muy seguros de que hicimos lo que teníamos que hacer y que lo hicimos muy bien.

Termino agradeciendo muchísimo, como creo interpretar el agradecimiento de mis dos antecesores, de los secretarios que me antecedieron en este cargo, la enorme oportunidad que nos dio el presidente Peña a los tres de servirle a la educación y de servirle a nuestro país con convicción, con entrega y con mucha honestidad.