Muy buenas tardes.

Sean todas y todos ustedes muy bienvenidos aquí a la Secretaría de Educación Pública  que es la casa de la educación de México y que es su casa. Y que hoy se viste con manteles largos para una fiesta.

Una fiesta que es el esfuerzo o reconocer el esfuerzo de muchas maestras y  maestros de México que finalmente están obteniendo su título. Que hoy son ya formalmente licenciadas y licenciados, y que ha sido parte de un gran proceso.


Escuchábamos hace un momento a la  maestra Ofelia platicarnos una historia que, seguramente, es una historia  como la de muchos de todos ustedes. Una historia de  maestras y  maestros que estudiaron en la escuela normal, pero que por diversos motivos no pudieron titularse.

A veces pudieron ser motivos económicos como el caso de la  maestra Ofelia, en fin, que por diversos motivos no habían terminado. Habían concluido de manera exitosa y demostrando su profesionalismo y su calidad los estudios. Y después habían empezado ya a ejercer como maestros y maestras frente a grupo o directores en fin. Una amplia gama de actividades al interior de sus escuelas. Pero que, decía, por diversos motivos no se habían podido titular y, titularse es importante, no solamente porque habla de un reconocimiento que se plasma en un papel, en un símbolo muy importante que reconoce el esfuerzo y la profesionalización que ustedes han tenido, sino porque también el título trae muchos beneficios.

Y eso era algo importante y era una demanda de muchas maestras y maestros que habían hecho todo lo necesario para tener ese título, tanto en estudios como en experiencia profesional, en formación continua. Incluso estudiando posgrados y que también para titularse del posgrado necesitaban el título previo de licenciatura, en fin.


Y este es un reconocimiento en este aspecto muy importante, como lo marca este acuerdo. Este acuerdo que reconoce la experiencia, que reconoce los estudios previos y a través de un examen, pues simplemente se otorga este título muy reconocido y merecido.


Muchos de ustedes mínimo debieron haber tenido cinco años de experiencia profesional. Muchos, muchos más como la  maestra Ofelia que tiene 30 años de servicio. Y seguramente es la historia de muchos de ustedes.


Hoy aquí hay una muestra, como decía  el subsecretario Jara, que representa cada uno de ustedes; hoy representa a muchas maestras y a muchos maestros más que al igual que ustedes han hecho este esfuerzo y que hoy están recibiendo este título, y que a nosotros nos da mucho gusto, 800 por el momento, pero que se va a seguir incrementando hasta que todas las maestras y los maestros que están en esta misma condición, es decir, que concluyeron todos sus estudios y que además han demostrado por lo menos durante cinco años su vocación de estar trabajando con nuestras niñas y nuestros niños día a día en un salón de clases, en una escuela entregando la vida y el alma en favor de ellos y de la educación que puedan acceder a tener algo que no se les está otorgando sino que es un reconocimiento a algo que ustedes se han ganado con su esfuerzo, con su dedicación, con su talento y con su profesionalismo.

Y es por eso que hoy en la Secretaría de Educación Pública nos vestimos de manteles largos y compartimos con ustedes y sus familias, el orgullo de que tengan este título. El orgullo de hacer un reconocimiento, un reconocimiento a sus estudios y a su carrera y que para nosotros es muy gratificante.

Y además es muy gratificante porque es un reconocimiento, a través de ustedes, a la vocación como decía de millones de maestras y de  maestros en nuestro país. Maestras y maestros que día a día se levantan muy temprano y hacen un gran esfuerzo para estar en sus salones, en sus escuelas, que hacen un gran esfuerzo por estar con sus alumnos, por sacarlos adelante a los que van bien, pero sobre todo a quienes se rezagan. Que comen tiempo a sus familias en las tardes, en los fines de semana, en todo momento para preparar sus clases, para revisar trabajos, para planear dinámicas y que es tal el compromiso y la vocación de las  maestras y los  maestros de México, que en muchas ocasiones, como me consta en los recorridos que hago toda las semanas por todo el país en diversas escuelas, dialogando, escuchando y viendo a los ojos a las maestras y a los maestros de México, que incluso en muchas ocasiones para que las dinámicas que han planeado salgan bien, los maestros ponen de su propia bolsa para los materiales de los alumnos, porque éste es el compromiso que ustedes tienen.

Y eso es algo que a mí me llena de orgullo. Una de las muchas cosas que he aprendido en estos ya casi dos años como secretario de Educación, al recorrer las escuelas, conocer su realidad, saber las dificultades que enfrentan, el trabajo que hacen a veces en condiciones adversas, es encontrar y conocer el compromiso y la vocación que tienen las maestras y los maestros de México.

Entender que ser maestro no es solo un empleo, sino una vocación de vida, que esta entregada a favor de lo más valioso que tiene este país que son sus niñas y son sus niños y que hoy, precisamente, reconociendo su esfuerzo, reconociendo que han sido las maestras y los maestros de México una pieza central para la construcción de esta nación.

Como dijo en alguna ocasión don Jaime Torres Bodet, dos veces secretario de Educación, la primera con el presidente Ávila Camacho, en los años 40, y la segunda con el presidente Adolfo López Mateos: el futuro de la patria está en las manos de los maestros, ustedes están moldeando a  los futuros ciudadanos de este país.

Ustedes están moldeando a quienes tendrán que ejercer su libertad en un país democrático, ustedes están moldeando a quienes con su creatividad aportarán a que México sea un país creativo, que pueda competir con quien sea y donde sea y en cualquier lugar del mundo, y están moldeando a quienes tendrán en sus manos el futuro del país.

En sus manos esta que además esos ciudadanos sepan respetarse uno a otros, sepan convivir y podamos construir una sociedad armónica, que respete nuestra diversidad, que respete el estado de derecho, que sepa ejercer su libertad y que México pueda seguir creciendo como un país democrático, vibrante, que pueda encontrar su lugar en el mundo.

En un mundo que hoy está cambiando y ustedes lo saben muy bien, como nunca antes en la historia de la humanidad, el cambio tecnológico ha sucedido con la velocidad que hoy sucede. Y ese cambio tecnológico, esa velocidad en el cambio tecnológico, tiene un impacto en la economía, pero también en el conocimiento.

Hoy se produce más conocimiento y a una velocidad como nunca antes había sucedido en la historia de la humanidad. Y eso por supuesto que nos obliga también a hacer cambios en la educación, a adaptarnos a ese mundo cambiante y eso es lo que estamos buscando con un Nuevo Modelo Educativo.

Un Nuevo Modelo Educativo que lo que busca es actualizar su pedagogía, que busca actualizar sus conocimientos, que busca actualizar la formación de los futuros maestros y por ello en próximos días, el jueves, vamos a estar presentando una nueva estrategia para fortalecer a las Escuelas Normales, para actualizarlas, para darles más apoyo para que puedan formar a los maestros del mañana.

Pero también estamos actualizando la formación continua para los maestros que ya están en servicio, para apoyarlos en su carrera y en su desempeño profesional. Porque lo que queremos es apoyar y tener maestros profesionales, que estén actualizados, que conozcan los últimos avances de la pedagogía, que actualicen sus conocimientos, que actualicen lo que tienen  que conocer de diversas áreas disciplinarias y que lo puedan llevar a la práctica en el salón de clases.

Eso es lo que estamos buscando con este Nuevo Modelo Educativo y, por supuesto, reconocer y apoyar para que los maestros puedan construir su carrera, como lo están demostrando hoy estos 800 maestras y maestros del país que están construyendo su carrera a partir de su propio mérito, a partir de su propio esfuerzo y que lo que están ganando, se lo están ganando ustedes y que no se lo deben a nadie, absolutamente a nadie, más que a ustedes, a sus familias, a su trabajo y a su empeño.

Y eso es lo que estamos simbolizando el día de hoy, con esta entrega a estas nuevas licenciadas y licenciados que obviamente ya lo eran y así lo demostraron día a día, pero que faltaba que tuvieran algo que es en plena justicia.

Este título que lo demuestra y que hoy les permitirá abrir más puertas y tener ese reconocimiento. Como decía el subsecretario Jara, seguramente en muchos casos luciéndolo y presumiéndolo con todo honor, orgullo y sin duda mérito, en la sala de su casa, en fin, para que todo mundo, su familia, sus amigos, lo puedan ver.

Muchas felicidades y permítanme sumarme al reconocimiento y a la alegría que sé que todos ustedes tienen al igual que sus familias. Muchas felicidades.