La obra mural de Diego Rivera está plasmada en los muros de los patios Principal y de Juárez del edificio central de la SEP. A estas dos áreas el artista las llamó patios de Trabajo y de Las Fiestas, respectivamente.

La distribución de los murales es la siguiente:
 
PRIMER PATIO (PRINCIPAL O DEL TRABAJO)

En la planta baja PRIMER NIVEL están plasmados diversos trabajos inspirados en las distintas regiones geográficas del país. En varios murales se evocan, figurativamente, escenas de la Pasión de Cristo. Rivera consideraba que de esta forma su mensaje sería mejor asimilado por el pueblo, en razón de su religiosidad. 

En el primer piso SEGUNDO NIVEL, debido a las características y dimensiones reducidas de las paredes, el artista optó por pintar "grisallas" (murales en claroscuros, sin color), que representan el trabajo intelectual, las ciencias y las artes en México. 


En el segundo piso TERCER NIVEL, Rivera exalta a los héroes del trabajo y de las luchas revolucionarias. Destacan los murales sobre Cuauhtémoc, Felipe Carrillo Puerto, Emiliano Zapata y Otilio Montaño. 


En las paredes de las ESCALERAS interiores de este patio, Diego pintó paisajes naturales y humanos de México, desde sus litorales hasta el altiplano. 


SEGUNDO PATIO (DE JUÁREZ O DE LAS FIESTAS)


En los muros de la planta baja PRIMER NIVEL, Rivera representó las tradiciones del pueblo de México y sus festividades populares, religiosas y políticas. En la pared norte de este patio se conservan dos frescos del artista Jean Charlot y dos más de Amado de la Cueva, quienes pintaron estas obras a pesar de la oposición de Rivera. 


El primer piso SEGUNDO NIVEL está decorado con los escudos de armas de los estados de la República, pintados por los asistentes de Diego. 


En el segundo piso TERCER NIVEL, a lo largo de 26 murales, se ilustran las estrofas de tres corridos: La Balada de Zapata, La Revolución Agraria de 1910 y Así será la Revolución Proletaria.


Los murales constituyen una alegoría de la Revolución Mexicana y una crítica mordaz a los opositores y detractores del muralista.
Destacan los murales "El arsenal" (donde la figura central es Frida Kahlo, y también aparece David Alfaro Siqueiros), y "Los sabios" (que incluye a José Vasconcelos de espalda, como reflejo del antagonismo ideológico que se había generado entre éste y Rivera).


CENTRO NACIONAL DE CONSERVACIÓN Y REGISTRO DEL PATRIMONIO ARTÍSTICO MUEBLE
CONSERVACIÓN DE LOS MURALES


El proyecto de restauración y conservación del conjunto de obra mural de la Secretaría de Educación Pública (SEP), que se viene realizando desde 1990, nos obliga a conocer los edificios que actualmente conforman dicha dependencia sus usos en el correr del tiempo y los cambios sufridos en los diferentes módulos arquitectónicos, para poder ubicar las diversas pinturas murales albergadas y sus afectaciones, en su mayoría, por causa de las condiciones tanto estructurales como constructivas de los edificios.

Al referirnos a los inmuebles que albergan a la SEP, evocamos de inmediato un espacio importante desde el punto de vista histórico: en la época posrevolucionaria el palacio que para esa institución mandó construir Vasconcelos, Ministro de Instrucción Pública. Por otro lado, un espacio en donde se hallan algunas obras de la más relevante manifestación plástica en nuestro país: el muralismo, con obras como la de Diego Rivera, Adolfo Best, Cirilo Almeida Crespo, Carlos Mérida y Carlos González (cuya obra fue destruida), David Alfaro Siqueiros, Roberto Montenegro, Federico Canessi, Eric Mosse, Jean Charlot y Amado de la Cueva.
 

La Secretaría de Educación Pública


Antecedentes Históricos


La Secretaría de Educación Pública, en la actualidad, está formada por edificios de los siglos XVI, XVII y del XX, el último se construyó entre 1921 y 1922, exprofeso para albergar a dicha institución. El convento de la Encarnación y la Aduana llamada de Santo Domingo, se construyeron en la época colonial en uno de los núcleos urbanos más importantes de esa época, según Sonia Lombardo, que era la Plaza de Santo Domingo; el convento de la Encarnación fue fundado en 1594, pero la iglesia es de 1639-1648. La torre, la cúpula y el claustro son del siglo XVIII, este último, obra del arquitecto Miguel Constansó, según lo refiere Francisco de la Maza. Con la exclaustración se instala en ese sitio la Escuela de Jurisprudencia y una escuela oficial para señoritas bajo el nombre de la Escuela Secundaria de Niñas, que después se convirtió en Normal para señoritas. La Aduana de Santo Domingo se construyó en 1530. En el año de 1777 se hicieron algunas ampliaciones y en 1792-1793 Miguel Constansó realizó algunas reparaciones. La Aduana siguió funcionando hasta 1887.

Por iniciativa de José Vasconcelos, Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, se construyó el edificio que albergaría a la Secretaría de Educación Pública. El terreno elegido correspondía al que había ocupado originalmente el convento de la Encarnación. El arquitecto Federico Méndez Rivas hizo grandes reformas en el claustro del convento para dejar el edificio como está en la actualidad. Para ello fue necesario adaptar la nueva construcción a las líneas generales de su anexo más antiguo; así se corrigió en buena parte el antiguo edificio, sustituyendo la pesada cornisa por una nueva y levantando las ventanas de la planta baja. La parte libre comprendía todo lo que hoy ocupa el patio del frente, la fachada principal y el cuerpo de la derecha son nuevas desde los cimientos; existía ya en el patio grande del fondo y también las alas incompletas de la Escuela Normal de Varones.

Los salones fueron decorados con dibujos de Adolfo Best. Los muros interiores de los salones, que son las oficinas del Secretario de Educación y Subsecretario, los decoró Roberto Montenegro. El pintor venezolano Cirilo Almeida Crespo ejecutó el cuadro al óleo Simón Bolívar.

En la planta baja del edificio de la SEP, en el frente oriental, se instaló una Biblioteca Pública que fue decorada por Carlos Mérida y Carlos González (obra destruida).

Las instalaciones de la SEP crecieron hacia el oeste, al anexar el edificio de la Ex-aduana: ahí, en el cubo de la escalera monumental, David Alfaro Siqueiros pintó con la técnica de piroxilina y acrílico, sobre soportes de celotex, novopan y tela de fibra de vidrio, el mural llamado Patricios y Patricidas (1945-1960).

En lo que fuera el templo de la Encarnación, Roberto Montenegro realizó en 1924 un fresco sobre muro directo titulado Por la Unión de América Latina, en el muro poniente que corresponde al ábside del templo.

En lo que fuera el Teatro Orientación, pintaron murales Federico Canessi y Eric Mosse con la técnica de temple sobre yeso, en 1931. 
 
Los Murales

El marco histórico y el conocimiento de las técnicas empleadas por los pintores nos permitirán comprender la relación de la obra mural en los diferentes espacios de los inmuebles de la SEP y ubicar el proyecto de conservación y restauración que ha realizado el CNCRPAM (Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble).

En el edificio de la calle de Argentina, Diego Rivera pintó, entre 1923 y 1928, los muros de los corredores, cubos de escaleras de elevadores, que enmarcan el primer patio o Patio del Trabajo y segundo patio o Patio de las fiestas, en sus tres niveles: planta baja, primer y segundo pisos. En los espacios del edificio de Argentina, el maestro Rivera se expresó a través de la técnica del buon fresco sobre muro directo, muy antigua en el mundo, pero que los artistas mexicanos de entonces empezaban a “redescubrir” leyendo tratados italianos y franceses, y aprovechando la experiencia artesanal de los pintores populares. La técnica al fresco consiste en pintar con colores de origen mineral, diluidos en agua de cal, sobre un aplanado de cal y arena o polvo de mármol en húmedo, de así su nombre de “fresco”, antes del aplanado final intonaco de cal y arena o polvo de mármol fino frague, se ejecuta la tarea del día, logrando, durante el proceso de carbonatación, el fijado y encapsulado de los pigmentos en el aplanado o repellado, lo que hace posible la adherencia e integración estable del pigmento al aplanado del muro.

En el año de 1950 y con autorización de Diego Rivera los murales de la primera sección de la planta baja del Patio del trabajo, La zafra, La zandunga, Paisaje del istmo, La salida de la mina, El entierro del peón y La danza del venado, entre otras, y sus respectivos entrepaños, se cubrieron con una película gruesa, cuyo componente principal fue la parafina, quizá pensando que esta aplicación protegería a los murales del polvo, la contaminación ambiental y de la humedad provocada por el agua de lluvia.

Entre 1956 a 1957, se inició la restauración de los murales pertenecientes además al Corrido revolucionario; de esa fecha se conserva un oficio en donde se menciona que los murales La ofrenda, Día de Muertos, El tractor y Cantando el corrido se encontraban en grave peligro.
 

La escalera monumental central, construida en una época posterior, ha servido de alguna manera como el área más consistente y de mayor resistencia transversal para el edificio, pero dadas las características de cimentación de toda el área y las condiciones de inestabilidad del suelo en el que se apoya el edificio (recuérdese que hubo que rellenar apisonar para su construcción), el bombeo de las aguas freáticas que habían servido como estabilizador hidráulico para el edificio y los movimientos sísmicos han provocado grietas, fracturas, desplazamientos en las paredes de casi todos los murales de la planta baja; los dos pisos superiores del segundo patio han sufrido igualmente grietas, fisuras, desprendimientos de aplanado, cámara de aire, desplazamientos y obviamente, fracturas de las capas de impermeabilizante de las azoteas, roturas de tuberías, asolvamiento de las bajadas de agua, lo que constituyó conductos por donde fácilmente penetra el agua de lluvia, provocando serios daños a las pinturas murales. Por ello, desde 1956 y 1957 se han efectuado procesos de conservación y restauración de las obras en sitio.
 
En el año de 1964 fueron traídos a nuestro país dos técnicos italianos, Leoneto Tintori y Walter Vanelli, exclusivamente para efectuar procesos de desprendimiento de los paños murales que se encontraban en un estado crítico de conservación provocado, como ya se han dicho, por la gran inestabilidad del edificio. Estos restauradores transmitieron a los técnicos mexicanos el método de desprendimiento, llamado strappo, como medida extrema en la salvaguarda de la obra monumental.

En este período se conservaron con la misma técnica algunos murales y se regresaron restaurados, independientes del muro, sobre un bastidor auxiliar fabricado con resinas epóxicas; los murales desprendidos fueron La fundición, La fiesta del maíz, El canal de Santa Anita, La fiesta de los listones y El tractor.

Con los sismos de 1985 algunos de los murales de la SEP sufrieron gran deterioro, por ello se resolvió desprender algunos paneles para su preservación, también con la utilización del método de strappo: El herido, El Zapata, La cena del capitalista y El escudo de Puebla.

En septiembre de 1988 las oficinas del Subsecretario de Educación, fueron destruidas por un incendio provocado por un corto circuito, que afectó el mural de Roberto Montenegro titulado Naciones Latinoamericanas, en óleo sobre tela, localizado en el salón contiguo. El mural presentaba escurrimientos, burbujas y ampollas en la capa pictórica, a causa de las altas temperaturas alcanzadas por la combustión del mobiliario y de materiales plásticos.
 

También quedó calcinada la parte central correspondiente al vano de la puerta y la parte superior de la obra pictórica. El retiro se realizó con un equipo mixto de técnicos de pintura mural y pintura de caballete del entonces CNCOA; allí se realizaron los procesos para su rehabilitación y restauración: limpieza, consolidación, reintegración, develado (transporte a otra tela ) y cambio de bastidor; también se documentó cada paso del proceso; una vez terminado esto, la obra fue trasladada y colocada en sitio, en mayo de 1993.

En el año de 1990 se determinó, debido a las necesidades de reestructuración y restauración del edificio, que el CNCRPAM llevara a cabo un proyecto de conservación para la protección de las pinturas murales, susceptibles de sufrir algún daño mayor e irreparable a causa de los trabajos ingenieriles y arquitectónicos.

En el mes de marzo se iniciaron los trabajos de un proyecto que se practicaría en dos etapas: conservación y restauración. La primera etapa consistió en crear y desarrollar sistemas y procedimientos preventivos para proteger las obras susceptibles de sufrir algún deterioro mayor (fisuras, grietas, cámaras de aire, desprendimientos, etc.). La lista inicial comprendía 41 murales repartidos en los tres niveles (planta baja, primer y segundo piso), se proponía según el reporte de condiciones, los procesos y métodos de trabajo para su conservación: registro y mapeo de la obra, limpieza, consolidación, velados, desprendimientos y desmontaje.

Para la segunda etapa, la de restauración, del total de murales se determinó desprender al strappo solamente a dos, uno localizado en el primer piso en la intersección de los dos patios, la grisalla Titulada Los investigadores, muro sur, y del segundo piso también muro sur del Corrido Revolucionario, el panel Un solo frente, del cual se realizó con telas de algodón y una resina sintética con propiedades reversibles.
El sistema de protección implicó:

a) Registro fotográfico, antes, durante y después de los procesos.
b) Limpieza de la obra, superficial y química.
c) Consolidación (fijado, resanado, inyectado).
d) Velado (tela, papel non woven y resina sintética).
e) Colocación de un estrato de espuma de poliuretano de 1” a 2” (triplay).
f) Colocación del tapial de madera, sujeto a presión mediante cuñas de piso a techo con polines.

El proyecto estructural y de restauración del inmueble estaba todavía indefinido, pues cada zona respondía a un problema particular, modificándose a medida que se avanzaba. Las actuales labores de conservación real del inmueble de la SEP se llevaron a cabo con un equipo multidisciplinario: SEP, INAH, INBA (CNCOA); ICONSA; INGENIEROS ESTRUCTURISTAS; SUCOCO, S.A. DE C.V. y geólogos, entre otros. 
 
Los trabajos de la obra civil y de conservación se realizan simultáneamente, creando un marco de posibilidades en áreas por preservar, y desarrollando procesos preventivos en cada una de ellas.

A fines de 1990, el proyecto general demandaba más acción y participación para la salvaguarda de los bienes muebles integrados al conjunto arquitectónico, por lo que el entonces CNCOA aumentó el número de auxiliares de restauración, preparadores y técnicos especialistas. Las labores de limpieza, consolidación y velado continuaban en forma permanente en la obra de Diego Rivera.

En el área de la Ex-aduana también se realizaban pruebas, consolidaciones y estudios para elegir la forma más idónea de intervenir la obra de David Alfaro Siqueiros. La obra civil y de restructuración continuaba en la misma zona de Brasil en lo que fuera el Seminario de Cultura Mexicana; en esa área los especialistas del Centro de Conservación apoyaban y prevenían afecciones a los decorados y obra pictórica, tapiz, lambrín y pisos, acciones que la Dirección del Proyecto solicitaba al ahora CNCRPAM, de tal modo que la actividad se diversificaba.
En lo que fuera el Teatro Orientación, se redescubrió el mural Las artes y los oficios de Federico Canessi y Eric Mosse, realizado en 1931 al temple sobre yeso, el cual decoraba la parte superior del lugar, muros norte, sur y oriente. El problema que presentaba este conjunto pictórico debía retirarse por las características muy particulares del proyecto estructural y de restauro del inmueble. Este espacio es colindante con el Extemplo de la Encarnación hacia el sur-norte, respectivamente: además de no existir contrafuertes, las condiciones son inestables, perdiéndose capacidad de carga y resistencia, lo que provocó asentamientos en la estructura general debido al peligro del desplome de cúpulas y nave del extemplo. De ahí el considerar los criterios de la Ley Federal sobre Monumentos Zonas y Sitios Arqueológicos, Históricos y Artísticos, la cual refiere que es prioritaria la conservación, primero del bien histórico, después del bien artístico; por lo tanto, al ser una decisión no fácil se tardó tres meses para que se definiera su retiro. En el año de 1991, se iniciaron los trabajos de preparación y pruebas para determinar el método de desprendimiento realizándolo al stacco (desbaste) en tiempos breves, pues el desplome del Ex-templo era inminente.
 
El retiro se realizó mediante la limpieza y consolidación preparando la obra para su velado de protección con resinas acrílicas paraloid B-72 reversibles, y papel non woven perimetral, manta de algodón colocando después otro entelado más grueso, también de algodón, como sistema de protección; se colocó una cama de poliestireno de 1” y se realizaron los cortes por tema, siguiendo las grietas y se colocó el bastidor sujeto por el perímetro, apuntándolo para reducir al máximo las vibraciones, por el golpeo; después se inició el desbaste. Uno a uno se retiraron, utilizando sierras, cincel y marro. Las condiciones en sitio no eran favorables. Se creó una galería o tapanco para aislar y mejorar las condiciones de trabajo, también para favorecer la consolidación estructural de la zona y el avance de los trabajos en torno a la obra mural en proceso.

Al ser retirados los paños murales, se procedió de inmediato a liberar todo el material adherido por el reverso, diferentes aplanados, cal y arena cantera, piedra, tezontle, una heterogeneidad en los estratos: mientras tanto, en la parte inferior del tapanco se descubrió un entierro de monjas coronadas al realizar calas de tipo estructural y se procedió al rescate arqueológico. La obra civil continuaba. Habrá que hacer notar una vez más que el proyecto general de la restauración del inmueble variaba según la zona, el tipo de intervención y el bien artístico que albergaba.

En el área de la Ex-aduana se localiza, en el cubo de la escalera, el mural del maestro David Alfaro Siqueiros Patricios y patricidas, en el cual fue necesario crear un apuntalamiento general del plafón para protegerlo y asegurar la obra en sitio.

En la azotea se edificó una caseta para evitar filtraciones en caso de lluvia, se consolidó la viguería y se efectuó el desmontaje; se determinó cuáles vigas era necesario retirar y las que permanecerían en sitio se descabezaron para su conservación, creando un inserto para la restauración de las mismas, ya que el conjunto de vigas son el soporte en el cual está sujeto todo el plafón de la pintura recordemos que el material dominante en este sitio es bastante delicado por su capacidad de absorción y contracción (madera, novopan, celotex, etc.)
 
En la misma zona en el ala sur del segundo piso, se localiza lo que fuera el Seminario de Cultura Mexicana, el cual tiene como decoraciones: artesonados, rosetones, pinturas, tapices, lambrines y pisos originales. En esta área el CNCRPAM realizó el retiro de papel tapiz, mediante un velado de protección; se desprendió; se desbastó el aplanado, se enrolló este al ser liberado y se trasladaron los paños de tapiz al Taller de Obra con Soporte de Papel para su restauración. Allí se procesó el material en sus diferentes etapas hasta su vuelta y colocación en sitio. Los procesos se iniciaron en septiembre de 1991 y se concluyeron en febrero de 1993.

También en dicha zona se retiró y trasladó al Taller de Pintura de Caballete del CNCRPAM la pintura oval al óleo sobre tela en plafón y temples, y fue de igual modo procesada y devuelta a sitio una vez que se cambió el soporte y reenteló la obra. En el mismo salón se detectó que el plafón de yesería y pinturas estaba a punto de caer, por los cambios moleculares de los materiales y su falta de cohesión aunado a esto la acción de los agentes biológicos y humedades del lugar.

Se realizó el apuntalamiento de piso a techo y de techo a piso, y la consolidación por la azotea, creando un método en la conservación y restauración de yesería sujeta a una estructura metálica de soportería. Se trabajó después el anverso logrando un trabajo profesional con una excelente mano de obra y ejecución. Habrá que mencionar que el lambrín también fue retirado por nosotros así como el piso original.

En forma simultánea, en el Taller de Pintura Mural se preparaban los bastidores provisionales para que el maestro José Chávez Morado creara un nuevo mural, que originalmente se colocaría en el vestíbulo del Teatro Orientación. El montaje de la obra se hizo, después, en la actual sala de prensa de la SEP. En el edificio de Brasil. También se vigiló y supervisó la colocación y montaje del mural del maestro Luis Nishizawa, en cerámica, en el bajocoro del Ex-templo.
  
La actividad crecía y también los frentes de trabajo, el proyecto nos absorbía y rebasaba, demandando mano de obra calificada. De una plantilla de restauradores de cuatro personas, en 1990, creció a treinta y nueve elementos, entre auxiliares de restauración preparados y especialistas.

Difícil trabajar, desarrollar y cuidar el patrimonio; sin embargo se determinaron algunos criterios, de ahí que los procedimientos desarrollados y por desarrollar deberían ser permanentemente vigilados, supervisados y coordinados, dependiendo en gran medida de los materiales por conservar.

En todos estos procesos el Taller de Pintura Mural, formó personal con el fin de lograr una eficiente productividad aun en tiempos extraordinarios, por la demanda de atender estos rescates en un plan de contingencia.

El mural del maestro Roberto Montenegro en el Ex-templo aún está en proceso.

La segunda etapa después del restauro del inmueble consistió en el retiro de los tapiales y develado para así desarrollar la fase de restauración de cada obra, calculando entre tres a cinco años aproximadamente.

Consideramos que las nuevas perspectivas de trabajo, en materia de conservación y restauración, deberán estar abiertas a la relación interdisciplinaria para un mejor desarrollo integral.

Nos ajustamos a las necesidades inmediatas y a los programas diseñados y acordados en las reuniones semanales, donde el equipo que lleva a cabo este gran proyecto de rescate tanto del patrimonio artístico como histórico (SEP, INAH, ICONSA, SUCOCO, CNCRPAM) desarrolla discusiones tipo seminario, determinando criterios, formas métodos de trabajo.