En el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Energía (SENER), hemos diseñado una política basada en el adecuado balance energético que garantice a la población el acceso a los servicios básicos de electricidad y combustibles de uso común e industrial.

Trabajamos para obtener la autosuficiencia y eliminar importaciones; para ello, se desarrolla y habilita infraestructura que proporcione valor agregado a la materia prima de nuestro territorio nacional. 

El rescate del sector y la transición soberana son los principales ejes de la política energética y, en consecuencia, un imperativo que abre paso a un modelo de desarrollo ordenado y con visión de justicia social.

El apoyo y rescate de las Empresas Productivas del Estado, Petróleos Mexicanos (PEMEX) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), constituye una parte esencial en la política pública y económica del país para garantizar la soberanía energética y la seguridad nacional; para con ello, recuperar la rectoría del Estado para diseñar y conducir la nueva política e impulsar la transición de la matriz energética hacia un nuevo equilibrio entre fuentes de energía primarias y secundarias, tanto en hidrocarburos como en electricidad.

Se ha trabajado en un adecuado balance entre prestadores de servicio, empresarios del sector y representantes del gobierno, para que juntos impulsemos la generación de empleo y las condiciones adecuadas para el desarrollo del sector.

Nuestro propósito fundamental es impulsar el acceso universal de toda la población a la energía de calidad, con una visión de Estado incluyente que atiende el imperativo social de reducir las desigualdades.

Además, México cumple cabalmente con los compromisos internacionales contraídos para mitigar los efectos del cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

El combate a la corrupción; la disciplina operativa; la aplicación y emisión de normas de eficiencia energética; el fortalecimiento de nuestra infraestructura y la visión de un balance nacional, nos ha permitido tener ahorros económicos significativos y replantear inversiones importantes en las áreas de mayor necesidad.
Considerar el sector como utilidad de interés público y no privado, es la regla establecida para garantizar a las y los mexicanos el acceso a la energía de calidad a precios accesibles.

Parte del trabajo de este segundo año de gobierno se ha realizado en medio de la contingencia sanitaria provocada por el COVID-19, que ha detonado una crisis económica global sin precedentes que impactó el mercado energético mundial, esto debido al drástico ajuste de los precios internacionales del petróleo. Sin
embargo, por la disciplina financiera que el Gobierno de México aplicó en sus finanzas, el resultado económico se ha podido solventar, aunado al restablecimiento de la cotización de la mezcla mexicana de petróleo. 

Ante este panorama se ha requerido del esfuerzo y compromiso extraordinario de todas y todos los trabajadores del sector, para así continuar fortaleciendo el desarrollo energético de la Nación.

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