El virus rugoso del tomate es un patógeno que ataca a diversas especies vegetales, especialmente, chile y jitomate en huertos e invernaderos. Este virus se contagia de hoja a hoja entre las plantas e infecta a semillas y suelo por meses o años.
Entre los síntomas que se observan, destaca una apariencia rugosa extrema, necrosis del pedúnculo y cáliz, hojas amarillas, tallos y hojas secos y manchas amarillas en los frutos.
La enfermedad afecta principalmente la calidad del tomate y no representa ningún riesgo para el consumo humano.
Con la finalidad de mantener en control al virus rugoso del tomate, el Senasica fortaleció las medidas de vigilancia fitosanitaria y sus regulaciones para productos de importación.
Con estas acciones garantiza a los socios comerciales que los tomates de exportación están libres de la plaga, informó el organismo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
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