La Trazabilidad de los alimentos es definida como la
posibilidad de encontrar y seguir el rastro en todas las etapas de producción
de un alimento; abarca su transformación, distribución, selección de un animal
o semilla destinada a la producción; o bien, sustancia destinada a ser
incorporada en alimentos
En el caso de lo agrícola implica desde la siembra, cosecha,
empacado, acopio y procesamiento primario; para un producto de origen animal se
registran los procesos relacionados con el nacimiento, crianza, engorda,
reproducción, sacrificio y procesamiento, de los bienes, así como de los
productos químicos, farmacéuticos, biológicos y alimenticios para uso o consumo
animal hasta su consumo final, identificando en cada etapa su ubicación
espacial y en su caso los factores de riesgo zoosanitarios y de contaminación
que pueden estar presentes en cada una de las actividades.
La aplicación de un sistema de trazabilidad de los productos
agropecuarios, acuícolas y pesqueros genera diversos beneficios, entre los que
destacan:
a. Identificar y determinar el
historial de un producto.
b. Localizar rápidamente el
origen de los alimentos que pudieran estar potencialmente contaminados, para
ser retirados del mercado.
c. Minimizar el impacto económico de las empresas al retirar solo el lote que representa un peligro para el consumidor con respecto a su inocuidad.
d. Facilitar la definición de
responsabilidades frente a una emergencia sanitaria y de inocuidad, ya que se
identifica el eslabón de la cadena donde se produjo el problema de manera más
rápida.
En general es el registro de datos de cada una de las etapas
del proceso de producción, con la finalidad de tomar de decisiones para
proteger la sanidad e inocuidad de los alimentos; en algunos casos se pueden
cerrar fronteras o tomar medidas específicas para las zonas afectadas