La mosca del Mediterráneo tiene una importancia económica a nivel mundial, debido a que daña a más de 250 especies de frutas y hortalizas, lo que afecta directamente la producción, el comercio de estos productos vegetales y la economía de los agricultores.
El insecto habita en la mayoría de las zonas tropicales y subtropicales del mundo. Es oriunda de África y desde allí se extendió por el Mediterráneo, el sur de Europa, el Medio Oriente, Australia Occidental, Sudamérica, Centroamérica Hawái, y el Caribe.
Gracias al trabajo fitosanitario del Senasica y los productores mexicanos, nuestro país es uno de las pocas naciones reconocidas como libre de esta plaga, estatus que logró hace más de 30 años y que debe ser ratificado cada determinado tiempo, previa demostración de la ausencia de la mosca.
La tarea no es sencilla, ya que los técnicos mexicanos tienen que combatir al insecto proveniente de Centroamérica, tan sólo en 2020, el personal especializado mantuvo en operación permanente en Chiapas más de 16 mil trampas, tres mil 500 más que en 2019, instalaron 251 mil 673 estaciones cebo, y destruyeron 551 mil 054 kilogramos de frutos hospedantes de la plaga con lo cual han logrado contenerla en la frontera de México con Guatemala.
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