Hace 20 años, las concentraciones globales de gases de efecto invernadero (GEI), causantes del calentamiento global, encendieron alertas  en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), surgida en 1992 durante la Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro), ante un alza previsible, al 2100,  de entre 1.4 y 5.8 oC de la temperatura media de la superficie del planeta.

El calentamiento global ya amagaba la economía de las naciones, los ecosistemas y a los seres humanos, y sus evidencias fueron determinantes para adoptar, el 11 de diciembre de 1997, del Protocolo de Kioto (PK) que entraría en vigor en febrero de 2005.

Entre 2008 y 2012 los volúmenes de GEI habían aumentado un 5% respecto de 1990, lo que llevó a 187 naciones a ratificar el Protocolo al 2009, sin que entre ellos figurara uno de los mayores emisores de GEI: Estados Unidos. Hoy suman 195 los países comprometidos.

El Protocolo de Kioto propuso:

Reducir GEI de origen antropogénico: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidroclorofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).

·        Excluir la energía nuclear de los mecanismos financieros de intercambio de tecnología y emisiones asociados al PK, aunque su uso fuera una opción para reducir los GEI.

·        Compromiso para impulsar un desarrollo sostenible con la generación de energías verdes.

·        Obligatoriedad del PK al ratificarlo los países industrializados responsables de al menos un 55 % de las emisiones de CO2. Rusia lo hizo en 2004 y la Unión Europea realizaría la reconversión industrial y modernizaría sus instalaciones, principalmente petroleras.

En noviembre de 2010, durante la COP 16 (Cancún, Nov-Dic/2010) se aplazó el segundo periodo de vigencia del PK, se aumentó la “ambición” en las metas de reducción de GEI, se estableció el Fondo Verde Climático y el compromiso de financiación rápida por 30 mil millones de dólares para atender necesidades de los países en desarrollo.

La COP 18 ratificó el segundo periodo de vigencia del PK del 1º. de enero de 2013 al 31 de diciembre de 2020.

Hoy, más de 170 países, entre ellos México, han asumido varios compromisos no vinculantes de reducción o limitación de sus emisiones de GEI. El más relevante es el Acuerdo de París (COP 23) firmado el 12 de diciembre de 2015, un plan de acción para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 oC. Derivado del Protocolo de Kioto de 1997, el Acuerdo de París está vigente desde el 4 de noviembre de 2016.

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