​​​​Los residuos que generamos en nuestro país se calculan en más de 120 mil toneladas al día (Diagnóstico Básico para la Gestión Integral de los Residuos 2020). Toda esta cantidad de desechos no desaparecen en cuanto los entregamos al camión de la basura; se acumulan en tiraderos a cielo abierto que no cuentan con los permisos ambientales ni las medidas para su manejo, o en el mejor de los casos llegan a centros de acopio, si es que están separados de manera adecuada. 

El problema de la basura nos afecta a todos y todas y crece en la medida que aumenta la población y la demanda de servicios, lo que provoca contaminación tanto en el suelo, como en el agua y en el aire, afectando la salud de los seres vivos y de los ecosistemas.

Por ello, tenemos que replantear nuestros hábitos alimenticios y de consumo, para reflexionar sobre nuestra manera de adquirir aquellos productos que no son necesarios y que responden más a una moda o a campañas publicitarias que provocan una excesiva extracción de recursos como el agua, la energía, la madera, el suelo o los minerales, generando impactos al ambiente y una inminente crisis por la afectación a la naturaleza.

Es importante disminuir la producción de residuos, además de separarlos adecuadamente para que no se conviertan en basura y puedan ser  aprovechados al máximo. Así podrían ser reutilizados o reciclados para evitar que terminen incluso en el mar, provocando la muerte de especies marinas.

A nivel nacional, se estima que se generan 38 mil 351 toneladas al día de residuos aprovechables mediante el reciclaje o la recuperación de energía; 56 mil 427 toneladas por día de residuos orgánicos que pueden ser tratados mediante compostaje o biodigestión; y 26 mil 779 de otros residuos, que posiblemente no sean aprovechables. 

Este es el potencial que tenemos y es por ello que necesitamos activarnos y decidirnos a cambiar nuestros hábitos en la vida personal, familiar y laboral para sumar con un granito de arena.  

Es algo sencillo. Por ejemplo, en lugar de utilizar bolsas de plástico cada vez que vamos de compras, sustituirlas por unas de mayor durabilidad; en lugar de tomar refresco embotellado en plástico o lata, hacer agua de fruta de temporada y utilizar los vasos de casa, es más barata y más sana; llevar la servilleta de tela para comprar tortillas en lugar de que te den papel para envolverlas; no usar popote para tomar alguna bebida. ¿Qué más se te ocurre que podrías hacer para no producir basura?

Todas estas pequeñas acciones pueden hacer la diferencia.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a través del Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (Cecadesu), tiene la tarea de contribuir a la formación de una ciudadanía ambiental crítica, informada y propositiva, para eso realiza diversas actividades dirigidas a promover la sustentabilidad.

Te invitamos a acercarte al Cecadesu y tomar acción para bajarle a los residuos y limpiar y cuidar nuestro planeta. Te compartimos la Guía didáctica “Limpiando nuestro territorio”, elaborada por este centro, así como a consultar su página: https://www.gob.mx/semarnat/educacionambiental