Para Lorenzo Rojas, coordinador del Programa Vaquita CPR, participar en el proyecto de recuperación de  la vaquita marina representa unos de sus mayores desafíos, pero también es una de sus actividades  que le apasionan. “Tengo la suerte de que me paguen por hacer lo que me gusta: trabajar con mamíferos marinos”.

Biólogo de corazón, Lorenzo ha trabajado en la recuperación de la vaquita marina desde hace ya más de 25 años. Al principio fue convencer a los gobiernos y a la gente de que la marsopa mexicana sí existía; incluso cuenta que hace 30 años, en una ocasión al abordar un taxi, el chofer le preguntó: “¿usted es el que defiende al gallito?”.

Al contar esta anécdota, Lorenzo sonríe y comenta: “bueno, al menos ahora ya saben que se llama vaquita y que sí existe pero que está a punto de desaparecer”. Para el doctor Rojas la conservación es fundamental. “México y todos nosotros nos tenemos que ubicar como parte del continente biótico y proteger a las especies contra intereses económicos y hay que hacerlo de la manera más justa”.

El también comisionado de México para la Comisión Ballenera Internacional e integrante de la comisión científica y del grupo de especialistas de cetáceos, tiene en sus manos un gran desafío: coordinar la expedición de más de 60 científicos quienes se encuentran en San Felipe, Baja California, con la misión de identificar ejemplares de vaquita marina, rescatarlos y llevarlos a un santuario para posteriormente inducir su reproducción.

Desde la década de los 90, Lorenzo ha estudiado y trabajado con esta especie enigmática, endémica del Golfo de California y ha visto como fue mermando su población. Por ello, la tarea no es nada sencilla pero para el coordinador de este ambicioso Programa sin precedentes en el mundo, es uno de los mayores retos de su vida e incluso el más importante de su carrera profesional.

Existe un mercado en China que vende el kilo de buche de totoaba en 600 mil pesos.  Y ese mercado negro trajo consigo pesca ilegal con redes de enmalle, principal factor de riesgo para mamíferos marinos en todo el mundo. “Tenemos un gran reto, pero también tenemos un gran equipo, por lo que mientras haya vaquita hay esperanza y por esto estamos aquí” , concluye.

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