Dada su resistencia a climas secos y la versatilidad de los productos que se pueden obtener de su aprovechamiento, el nopal  (Opuntia ficus-indica) es reconocido por organismos internacionales como una de las cactáceas que pueden ayudar a hacer frente a los retos del cambio climático.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha catalogado al nopal como una planta capaz de crecer en tierras donde otros cultivos no prosperan, debido a sus características únicas y que le prevén resiliencia a las condiciones limitantes generadas por sequías prolongadas e incluso al fenómeno de desertificación.

De México para el mundo

Por ello mismo, este cultivo ha llamado la atención de productores de otros países como Marruecos, Etiopía, Sudáfrica, Kenia, India y Pakistán, donde se está incrementando su producción y uso debido a que ofrece además una opción para atender la demanda alimentaria por su fruta y sus cladodios tiernos, así como para uso forrajero.

Países como Brasil ya cultivan extensiones de hasta 500 mil hectáreas de nopal, como uno de los forrajes más efectivos para su producción ganadera, mientras que en Argentina, Bolivia y Perú es aprovechado para alimentación a partir de su fruto, la tuna; así como para la producción de cochinilla para pigmentación.

Pero además, se está convirtiendo en una opción para ayudar a la recuperación de terrenos donde la erosión ya no permite la siembra de ningún otro producto, en tanto que sus propiedades medicinales y usos industriales están siendo activamente investigados y promovidos en Asia, África y Australia.

Medicamento y alimentación

El consumo del nopal en la dieta alimenticia del ser humano proviene desde la época prehispánica y se ha extendido hasta nuestros tiempos, incluso en comunidades de Estados Unidos, Canadá, Japón, Italia y Turquía, debido a su bajo contenido calórico y, alto en fibra, así como a sus cualidades nutricionales y funcionales.

En ese sentido, en México, además de conformar parte de la alimentación, el nopal es aprovechado como complemento para disminuir los niveles de azúcar en la sangre, debido a su alto contenido de fibra o mucílago, lo que lo hace ideal para personas diabéticas.

También se utiliza como auxiliar para prevenir la osteoporosis y controlar la gastritis, ya que contrarresta la acidez del estómago y ayuda a proteger la mucosa natural del mismo; a lo que se suman otras utilidades como el tratamiento de padecimientos en la piel, golpes, quemaduras y como anti-inflamatorio.

El nopal y la industria

Pero el potencial de este cultivo no solo se limita a la alimentación, y así lo han descubierto académicos e investigadores de diversas instancias como el Instituto Politécnico Nacional (IPN), quienes además han extendido su utilidad al campo de los biocombustibles, la pintura orgánica y los subproductos agroindustriales.

Esa fue la razón por la que la Red Internacional de Cooperación Técnica en Cactos (Cactus-Net) fue establecida en 1993, a fin de apoyar la promoción de este cultivo subutilizado. Lo que al final ha derivado en la publicación del libro “Ecología del cultivo, manejo y usos del nopal” y que a lo largo de casi 30 años ha generado un abundante conocimiento.

Por todas estas razones, el nopal es conocido hoy como: “El oro verde”, “fruta del pobre”, “tesoro bajo las espinas”, “el dromedario del mundo vegetal” y “la planta del futuro”, “planta sagrada” y “árbol monstruoso”, entre muchos otros epítetos usados para describir esta planta.

/cms/uploads/image/file/559941/infografia1.jpg

Consulta aquí los Datos Abiertos sobre producción de minerales