¿Quién eres?

Soy el biólogo Hesiquio Benítez Díaz.

¿Qué es la biodiversidad?

Es toda la vida que hay en el planeta, desde los grandes ecosistemas, las diferentes especies que encontramos en la naturaleza, hasta la riqueza genética dentro de cada especie. Si nos miramos a la cara, todos somos diferentes. Todo lo que somos, lo que comemos, lo que nos ponemos, deriva de la biodiversidad. Si somos un país megadiverso, como México, es de vital importancia que nuestro capital natural esté sano.

¿Cómo involucras a tu familia en el cuidado de la biodiversidad?

Soy felizmente casado, desde hace 27 años, con dos hijos, una es historiadora y otro que está estudiando Ciencias Política. Mi esposa es bióloga igual que yo, también trabaja en la Conabio. Sabemos que nuestro trabajo se trata de ayudar, entonces tratamos de ser muy consecuentes en nuestra vida cotidiana, en la educación de nuestros hijos, para tratar de apoyar lo más que se pueda.

¿Cuánto tiempo llevas en la Conabio?

Aquí laboro desde hace 26 años, desde su creación en 1992. He tenido el privilegio de colaborar con cinco presidentes de la República y con nueve secretarios del Medio Ambiente.

¿No es mucho tiempo en la misma institución?

No me aburro. Cada día es diferente y muy divertido, conociendo diferentes lugares, trabajando dentro y fuera del país con muchos especialistas, buscando cómo concientizar.

¿Cuál es el objetivo de la Comisión?

Lo que hace la Conabio es trabajar con los científicos para que la información esté accesible a todos los mexicanos, no solo a los tomadores de decisiones del Gobierno, sino a la sociedad civil, a la academia, a las comunidades locales y pueblos indígenas, para que tomemos las mejores decisiones en el manejo y la conservación de nuestro capital natural.

¿Qué haces en la Conabio?

Actualmente dirijo tres equipos de trabajo: uno que se encarga de darle seguimiento a los convenios internacionales para los que Conabio ha sido designada para representar a México, principalmente en foros científicos que tiene que ver con biodiversidad, como el Convenio de Diversidad Biológica, algunos regionales como el Comité Trilateral México-Canadá-Estados Unidos sobre vida silvestre, con la Unión Europea, con Centroamérica. Por otro lado, hay otro equipo que se dedica tiempo completo a llevar las tareas de la autoridad científica CITES (en español la Convención Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas de Fauna y Flora). Desde 2000, soy el titular de la CITES, que regula el comercio internacional de especies amenazadas de flora y fauna silvestre. Y otro de los equipos se dedica a fomentar y dar seguimiento a la implementación de las estrategias estatales de biodiversidad, donde tenemos convenio con 26 entidades federativas, además de la Estrategia Nacional de Biodiversidad.

¿Cuál ha sido la aportación de la Conabio?

Pasar de ser espectadores a ser protagonistas e involucrarnos a profundidad en las diferentes convenciones, de tal suerte que, cuando habla México en estas negociaciones internacionales, escuchan lo que está diciendo, porque tenemos conocimiento de causa, memoria histórica y un equipo de expertos que son reconocidos a nivel mundial como entre las mejores delegaciones del mundo. Ha sido un trabajo de muchos años que ha ido madurando, una profesionalización de la diplomacia ambiental.

¿Qué tan relevante es México en la conservación de la biodiversidad?

Somos un protagonista a nivel internacional. El mensaje de México sigue vigente en los foros internacionales, no solo en biodiversidad, sino en salud, en turismo, en medio ambiente, en la Asamblea General de las Naciones Unidas como una gran contribución. Es algo de lo que también tenemos que estar orgullosos. Es un legado muy serio que se va hasta China en el 2020 donde se va a firmar un nuevo tratado mundial, un nuevo acuerdo para la naturaleza, esperando que estemos a tiempo de tomar las medidas necesarias a nivel mundial.

¿De qué se trata este tratado?

Así como el Acuerdo de París en cambio climático, esto será para la naturaleza y para la biodiversidad. Mucho del camino es justo lo que propuso México de la integración de la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad en los sectores productivos. Ya no queremos que haya malos y nosotros los buenos,  sino cómo trabajamos juntos para generar riqueza, alimentos, pero de una manera más armónica con la naturaleza.

¿Se puede lograr esto en nuestro país?

México tiene un gran potencial para que podamos vivir mucho mejor. Una de las maneras de disminuir las desigualdades sociales la tenemos justamente en nuestra gran diversidad biológica. En lugar de simplificar ecosistemas o estarlos degradando, tenemos una oportunidad de crear nuevas oportunidades de desarrollo, de mercados, aprovechando esta gran riqueza. Sí podemos hacerlo juntos.
FOTOS: https://www.facebook.com/Semarnatmx/videos/10157417292614918/?hc_ref=ARS6Cant57LA0BIjlb0vLQaC_fF0TUIADSdkTs00YOZGIEgfT8rMMzRyaYCE-LKgYA8

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