La vida es el tema capital de biólogas y biólogos, personas dedicadas a la ciencia que estudia todos los aspectos de seres vivos y el medio que les rodea: genético, anatómico, fisiológico, ecológico y paleontológico, entre otros, por lo cual a estas personas se les puede encontrar en muy diversos ámbitos.

Dada la importancia de esta profesión, en 1961 el Colegio de Biólogos de México, junto con personal experto de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional, acordaron celebrar cada 25 de enero el Día de la Bióloga y el Biólogo, con el propósito de proteger a quienes integran este gremio.

En esta especialidad han destacado mexicanas y mexicanos que han fundado y nutrido instituciones de docencia e investigación, museos, zoológicos, y también los que han clasificado la biodiversidad del país, o que han desarrollado investigación científica sobre el origen, las interacciones, la distribución, la composición actual, el aprovechamiento y la conservación de la diversidad biológica.

Biólogas y biólogos han aportado su saber al diseño e instrumentación de proyectos de rescate, conservación y explotación racional de los recursos naturales y, a la legislatura, para regular el uso de los recursos naturales y garantizar su protección; lo mismo que al área biomédica, la biotecnología, biología molecular, biodiversidad, educación ambiental, nutrición y ecología.

Durante muchas décadas la mayoría de la población joven no tenía a las ciencias biológicas entre las carreras universitarias preferidas, salvo la medicina. Pero la realidad planetaria ha modificado los paradigmas frente a un cambio climático propiciado por el sistema de producción industrial que impacta la flora, la fauna y los ecosistemas, la alimentación y la salud humana, lo que ha obligado a dar un giro en la elección profesional.

De acuerdo con el Observatorio Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, entre las carreras con un futuro prometedor en términos de mejor retribución económica y desarrollo profesional, y que serán las más demandadas por las empresas, se ubican las ciencias biológicas, las pro-ecologistas que estudian los problemas ambientales, basándose en factores sociales, económicos, tecnológicos y ecológicos.

También son promisorias las que promueven un desarrollo sustentable, por ejemplo: ingeniería ambiental y sustentabilidad, especialista en cambio climático, gerente de sostenibilidad y ecologista de datos.

Además, las que ofrecen un tratamiento y mantenimiento de los recursos naturales para hacer frente a las necesidades de la población y de las futuras generaciones, tales como las de geomicrobiología, producción de alimentos orgánicos, ciencias de la tierra, ingeniería del agua y tecnología en eficiencia energética.

En la Ciudad de México se pueden estudiar estas carreras en varias instituciones públicas y privadas como la Facultad de Ciencias de la UNAM, la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional; las unidades Iztapalapa y Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana y la Universidad Simón Bolívar.

También fuera de la Ciudad de México se ofrecen estas y otras profesiones afines en institutos y universidades del Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla, Sinaloa, Sonora, Veracruz y Yucatán, entre otras.

Si estás por elegir una carrera universitaria, bien puedes decidirte por alguna de las mencionadas y seguramente habrás elegido una exitosa y sostenible para ti, para la sociedad y para la Madre Tierra.

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