Aun cuando jamás hayamos disfrutado las aguas de mares y océanos, de sus playas y paisajes infinitos, todos los habitantes del planeta podemos asumir una responsabilidad ante esas imponentes masas de agua que nos proveen alimento, oxígeno, medicinas y escenarios naturales maravillosos habitados por una biodiversidad tan vasta que apenas se conoce un 30% de las especies que marinas y que se calcula en cifras moderadas en un millón.

Este 8 de junio, Día Internacional de los Océanos, nos abre la oportunidad de que seamos empáticos con estos grandiosos ecosistemas. La Organización de las Naciones Unidas, División de Asuntos Oceánicos y del Derecho del Mar de la Oficina de Asuntos Jurídicos de las Naciones Unidas, en asociación con Oceanic Global impulsa la "Revitalización: acción colectiva por los océanos", tema conmemorativo en 2022.

El Día Internacional de los Océanos se declaró por primera vez el 8 de junio de 1992 en Río de Janeiro en el Foro Global, un evento paralelo a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), que brindó la posibilidad para que las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil expresaran sus puntos de vista sobre temas ambientales.

Más tarde, la Declaración se plasmó en la Resolución 63/111 Los océanos y el derecho del mar, de la Asamblea General el 5 de diciembre de 2008, inspirada en el Foro Global–El Planeta Azul, evento organizado por el Instituto de Océanos de Canadá y apoyado por el gobierno de ese país: Día de los Océanos, con la participación de expertos internacionales, líderes de opinión y personas que han contribuido a protegerlos. 

Para este 2022, la iniciativa de la ONU promueve escuchar a líderes de opinión, celebridades destacadas en la defensa y la conservación de los océanos, así como socios institucionales, voces de la comunidad, empresarios y expertos en biodiversidad o en oportunidades económicas sustentables relacionadas con los gigantes de agua salada.

Conviene a toda persona conocer el pensamiento y las acciones de estos personajes y enterarse de que los océanos producen al menos el 50% del oxígeno de nuestro planeta, absorben alrededor del 30% del dióxido de carbono generado por los humanos, lo que amortigua los impactos del calentamiento global, y además son clave en nuestra economía porque para el año 2030 se prevé que 40 millones de personas trabajen en industrias relacionadas con los mismos.

La mayor parte de la superficie del planeta Tierra (70.8%: 362 millones de km2) está cubierta por océanos y mares que ocupan un enorme espacio favorable para el desarrollo de la vida, refiere la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), que cita a Lara-Lara et al. 2008.

Agrega que si se excluye a los insectos, 65% de las especies conocidas de la Tierra son marinas, de acuerdo con Thorson 1971. No es de extrañar entonces, precisa, que nosotros dependamos de los océanos y las zonas costeras para la obtención de un sinnúmero de recursos tales como los alimentos y de múltiples servicios ambientales además de la recreación. Sin embargo, dice, las actividades humanas son la causa principal del deterioro de los mares.

Si bien todos los humanos del planeta tenemos un compromiso para frenar el deterioro de los gigantes de agua, los nacidos en un país como México, bañado en sus costas por los dos grandes océanos del mundo, el Pacífico y el Atlántico, tenemos una enorme responsabilidad con estos ecosistemas lo mismo que con las futuras generaciones para que puedan disfrutar de la magnanimidad que nosotros conocemos.

Conabio afirma que en los ecosistemas marinos de México habita un gran número de organismos: más de 300 especies de medusas, corales y anémonas; más de 4,000 especies de moluscos como pulpos, caracoles y almejas; más de 5,000 especies de crustáceos como camarones, cangrejos, jaibas y langostas. Alrededor de 2,500 especies de peces, tiburones y rayas; y aproximadamente 50 especies de mamíferos marinos, además de 11 especies de tortugas y cocodrilos.

Los ecosistemas marinos son una de las principales fuentes de alimentación para el ser humano, y México aprovecha gran parte de las especies de mar, siendo el camarón, el atún, el huachinango, la lisa, el mero y la sardina las de mayor consumo. Del Golfo de México más 230 especies de peces alimentan a los mexicanos, del Mar Caribe 95 y 240 del Océano Pacífico.

Quinto entre los países megadiversos del planeta, México cuenta con mayor extensión oceánica (65%) que terrestre (35%), distribuida en la región del Pacífico que incluye los golfos de California y Tehuantepec, y en el Atlántico tiene el Golfo de México y el Mar Caribe. A su vez, el Golfo de México contiene al Golfo de Campeche. Este conjunto de aguas marinas suscita una amplia variedad de ecosistemas y de especies, así como una importante gama de procesos ecológicos, indica la Conabio.

Después de dos años marcados por la pandemia de la Covid-19, el Día Internacional de los Océanos 2022 será la primera celebración híbrida del evento anual, organizado de manera presencial en la sede de la ONU, en Nueva York, y transmitida en vivo.

El océano nos conecta, sostiene y apoya a todos, explica la ONU, pero advierte que la salud de este maravilloso ecosistema se encuentra en un punto de inflexión, al igual que el bienestar de todo lo que depende de él, como es el género humano.

Esta realidad nos recuerda que individuos y naciones debemos trabajar juntos para crear un nuevo equilibrio con el océano para no agotar su espléndida generosidad y, por el contrario, restaurar su vitalidad para que surja nueva vida.