El 11 de diciembre, Día Internacional de las Montañas, nos recuerda la importancia de esos ecosistemas y los innumerables servicios ambientales que aportan a más de la mitad de la población del mundo, como abastecimiento de agua, alimentos y energías renovables, además de su riqueza biológica, ya que son hogar de gran variedad de especies de flora y fauna.

Para este año el tema es el turismo sostenible en las montañas. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, estos lugares pueden contribuir a crear medios de subsistencia adicionales y sostenibles y a promover la mitigación de la pobreza y la inclusión social, además de la conservación del paisaje y la diversidad biológica.

También es una forma de preservar el patrimonio natural, cultural y espiritual, de promover la artesanía y los productos de alto valor de la localidad, además de celebrar muchas prácticas tradicionales como los festivales locales.

México tiene grandes montañas que ofrecen un espacio para el desarrollo del turismo de bajo impacto en el que se realizan actividades como alpinismo, caminata, campismo, ciclismo, observación de flora y fauna silvestre, así como fotografía de naturaleza.

Algunas de estas montañas se encuentran en la categoría de Área Natural Protegida.

Pico de Orizaba

El Pico de Orizaba, también conocido como Citlaltépetl, es la montaña más alta de México, mide 5,636 metros sobre el nivel del mar (msnm) y protege ambientes de alta montaña con especies de flora y fauna. El 4 de enero de 1937 fue decretado Parque Nacional.

En la cima de este volcán se originan los ríos Blanco, Cotaxtla, Jamapa, Metlac y Orizaba. Todos forman parte de la cuenca del Papaloapan, mientras el río Balsas y sus afluentes forman la cuenca del Balsas. Abastecen de agua a numerosas poblaciones de 6 municipios poblanos, y al menos a 25 municipios veracruzanos.

Esta montaña presenta cuatro tipos de vegetación: bosque de oyamel, bosque de pino, pastizal y páramo de altura. Entre los más representativos están el bosque de oyamel, ubicado entre los 3,200 y 3,600 msnm, y el bosque de pino compuesto por pino negro (Pinus hartwegii) y que se ubica entre los 3,600 a los 4,300 msnm,

La fauna del área pertenece a la zona natural tropical alta. De las principales especies que se pueden encontrar son gato montés, comadrejas, conejos, tejones, mapaches, coyotes, halcones, azulejos, cenzontles, colibríes, entre otras.

Iztaccíhuatl y  Popocatépetl

El Iztaccíhuatl y el Popocatépetl son la segunda y tercera montaña más altas de nuestro país, después del Pico de Orizaba.Se ubican en la frontera de los estados de México, Puebla y Morelos. Forman parte de la Sierra Nevada.

El Izta-Popo fue declarado Parque Nacional el 8 de noviembre de 1935 y es una de las áreas protegidas más antiguas de México.  En 2013 fue publicado su programa de manejo, instrumento para la conservación, administración y uso de sus recursos forestales de manera sustentable.

Este parque protege cerca de 40 mil hectáreas que rodean el segundo y tercer pico más altos de México y es reconocido por su destacada biodiversidad, así como por la riqueza de sus ecosistemas que aportan tanto servicios ambientales como bienes faunísticos, vegetales y minerales que son aprovechados por los habitantes de la región.

Fue una extensa región cultural en la época prehispánica. Estas montañas eran veneradas como dioses, y en ellas se celebraban ritos dedicados a las deidades del agua. Se tiene conocimiento de que en los valles los pobladores indígenas domesticaron plantas como el maíz, la calabaza, el frijol, el chile y el amaranto.

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) ofrece algunas recomendaciones a los visitantes para conservar estos sitios de gran valor:

  1. Recoger y llevar consigo los residuos sólidos generados durante el desarrollo de sus actividades y depositarlos en los sitios destinados para tal efecto por las autoridades competentes.
  2. Cubrir, en su caso, las cuotas establecidas.
  3. Hacer uso exclusivamente de las rutas y senderos establecidos para recorrer el parque.
  4. Respetar la señalización y las subzonas del parque.
  5. Atender las observaciones y recomendaciones formuladas por la dirección del parque, relativas a la protección de los ecosistemas del mismo.
  6. Hacer del conocimiento del personal de la dirección del parque las irregularidades que hubieran observado durante su estancia en el área.