Intervención de la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, durante la conferencia de prensa del Presidente de la República

Fecha de publicación:
06 de marzo de 2019

Sinopsis


El día de hoy, como lo acaba de mencionar el señor Presidente, vamos a abordar un tema de relevancia nacional, que queremos atender en toda su dimensión, y nos estamos refiriendo a la violencia en contra de las mujeres.

Muy buenos días a todas, a todos ustedes.

El día de hoy, como lo acaba de mencionar el señor Presidente, vamos a abordar un tema de relevancia nacional, que queremos atender en toda su dimensión, y nos estamos refiriendo a la violencia en contra de las mujeres.

Hay violencia, como todos saben, violencia política, pero particularmente el día de hoy nos vamos a referir a la violencia en el ámbito familiar, en la violencia sexual, a la violencia feminicida, y a estos tipos de violencia que sufren 66 de cada 100 mujeres en nuestro país, ya sea por parte de su pareja, por parte de su esposo, por parte del novio, de algún familiar, compañero de escuela, de trabajo, algunas autoridades tanto laborales como escolares, o bien, por personas extrañas.

Esa violencia que día a día asesina a 9 mujeres y niñas, y que tan solo cada día y que tan solo en el año 2018, alcanzó la escalofriante cifra de tres mil 580 víctimas.

Tenemos algunas láminas que me gustaría que empezaran a pasar, por favor.

Esto significa que cada 160 minutos son privadas de la vida una mujer o una niña en manos de conocidos, pero muchas otras más de ellas asesinadas en el espacio público, en el ámbito comunitario, sin importar la forma en que fueron privadas de la vida o el lugar donde fueron localizados sus cuerpos.

A todas ellas las une un factor común, la falta de intervención oportuna y diligente del Estado mexicano para preservar su integridad y para asegurar sus vidas.

Sin lugar a dudas, uno de los objetivos de este gobierno es garantizar la vida y la integridad de todas las personas, procurando una vida con mayor bienestar social, con paz, con seguridad y con oportunidades de desarrollo y crecimiento.

Sin embargo, todo ello no será posible si no intervenimos de manera decidida y pronta, para evitar y combatir cualquier práctica de violencia que atente contra los derechos, la integridad y la vida de quienes constituimos más de la mitad de la población.

A partir de esta premisa, es que hemos diseñado el Plan de Acciones Emergentes, para garantizar la integridad, la seguridad y la vida de las mujeres y niñas en nuestro país.

Un plan de intervención en donde se incluye la participación de los tres órdenes de gobierno y de distintas autoridades en diferentes ámbitos, quienes de manera conjunta y coordinada deberemos de actuar de manera inmediata para evitar que se sigan cometiendo estos actos de violencia de género.

La grave crisis de derechos humanos por las que ha atravesado nuestro país, ha afectado en mayor medida y fuerza a las niñas y a las mujeres, pues en los últimos años tanto la violencia común, como la violencia de la delincuencia organizada, se ha ensañado en contra de ellas.

Así lo demuestra el incremento de los índices de violencia y también las 33 solicitudes de declaratoria de Alerta de Violencia de Género que han sido solicitados.

Es importante recordar que en 17 estados se ha declarado ya la Alerta de Violencia de Género, la emergencia nos merece una intervención decidida, pronta y coordinada de manera inmediata.

No podemos continuar normalizando la violencia contra las mujeres.

No podemos aceptar, ni como gobierno, ni como sociedad, que las cifras de, por ejemplo, feminicidio infantil hayan aumentado.

No podemos permitirlo ni como sociedad ni como gobierno porque la existencia de la violencia feminicida, de la violencia sexual y de la violencia doméstica, son contrarias a la pacificación y reconciliación que ha propuesto y que ha promovido nuestro Presidente.

El plan encuadra también en las obligaciones desde el ámbito internacional, se han hecho recomendaciones hacia nuestro país.

Por ejemplo, las que en el año 2018 el Comité de la Convención para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, la CEDAW, realizó, al señalar la necesidad de adoptar medidas urgentes para prevenir las muertes violentas, los asesinatos, y las desapariciones forzadas de mujeres, abordando en las causas fundamentales de esa violencia, incluida la violencia armada, la delincuencia organizada, el tráfico de drogas, los estereotipos discriminatorios, la pobreza y la migración de las mujeres.

Esta recomendación obedece a la evaluación que realizó el Comité CEDAW. México no ha presentado según este informe y esta recomendación, avances significativos desde el año de 2012.

En realidad, se identificó que la violencia contra las mujeres y las niñas se ha incrementado de forma dramática.

No debemos dejar de reconocer que en los últimos años se han construido las bases jurídicas por hombres y mujeres comprometidos, como los mecanismos institucionales y una política pública amplia para garantizar el derecho a una vida libre de violencia.

Sin embargo, hemos de reconocer también que todo ello no ha tenido su efecto útil que es el de garantizar la vida y seguridad de las mujeres.

Este Plan de Acciones Emergentes que hoy se presenta, solo es un primer paso de muchos más, que desde el punto de partida de una carrera de largo aliento en donde nos motivan nuestras convicciones, pero nos comprometen, sobre todo, nuestras responsabilidades públicas.

Cuando fui designada para estar al frente de la Secretaría de Gobernación por el señor Presidente, señalé que era la primera vez en la historia que la política interior de México sería vista desde la perspectiva y la mirada de las mujeres y de las niñas.

Hoy reitero esta expresión, y añadiría que además de la política interior, la política en materia de seguridad y justicia también debe de tener una mirada y un rostro de mujer, pues solo incorporando esta visión podremos entender lo que necesita más de la mitad de la población de nuestro país.

No basta entonces con entender, debemos de comprender de forma integral la realidad de las mujeres y las niñas para estar en condiciones de trabajar, para defender, asegurar, promover, respetar y garantizar plenamente sus derechos.

Me permito presentar a la titular del Instituto Nacional de las Mujeres, la doctora Nadine Gasman, quien dará los pormenores y las acciones que hoy se presentan.

 

Muchas gracias.


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