México es el décimo país más poblado del mundo, con 129 millones 163 mil habitantes, de acuerdo con datos de la ONU y más del 63 % de esa población, se concentra en las zonas metropolitanas, generando necesidades específicas que requieren una atención coordinada.
El crecimiento de las manchas urbanas durante las últimas décadas se ha expandido, abarcando el territorio de más de un municipio y en ocasiones también impacta a dos o más entidades federativas.
Este fenómeno demanda de los gobiernos la asociación y buena coordinación para atender las necesidades que se generan en el efecto de conurbación. Es por ello que el municipalismo transformador demanda municipios fuertes, con capacidad de propuesta y soluciones que respondan a las demandas ciudadanas, que tengan proximidad con los habitantes y se esfuercen por generar un óptimo nivel de desarrollo y la atención de las necesidades de la población.
Los municipios deben asumir un papel protagónico en el desarrollo y bienestar de su población, garantizar que se atiendan las necesidades elementales y que se promueva la convivencia social para fortalecer el tejido social, todo ello con el cuidado y respeto al medio ambiente para que los beneficios que se construyan hoy, permanezcan.