En 2022, con la estabilización de la pandemia, el Gobierno de la Cuarta Transformación volvió a desplegarse en toda su amplitud para cumplir con la promesa de forjar un México más justo e igualitario. En ese sentido, en la Secretaría de Desarrollo Agrario,
Territorial y Urbano (Sedatu) nos dimos a la tarea de apuntalar nuevamente el Programa de Mejoramiento Urbano (PMU) poniendo especial énfasis en trabajar en el territorio, el cual caminamos como nunca para acercarnos a las comunidades más rezagadas y poder dialogar directamente con las autoridades locales en favor de ellas.
El fortalecimiento del trabajo de campo nos permitió identificar aciertos del ejercicio del PMU en sus primeros tres años y confirmar que con trabajo honesto, ordenado y constante es posible cambiar de manera positiva la vida de las personas. No obstante, también nos enfrentó con exigencias que nos obligaron a repensar en cómo mejorar hacia la segunda mitad del sexenio.
Estas conclusiones encontraron sustento en la primera evaluación de impacto del Programa hecha con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y El Colegio de México (Colmex) en el segundo semestre de 2022. Los resultados señalan que el equipamiento e infraestructura construidos con el PMU han mejorado la percepción de seguridad en las comunidades y propiciado condiciones para la creación de lazos sociales y el fortalecimiento de la cohesión social. Es decir, estamos logrando los objetivos propuestos. Pero apuntan también a la importancia de garantizar el mantenimiento, limpieza y apropiación de los espacios públicos y a la necesidad de lograr mayor coordinación con autoridades locales para lograr sostenibilidad del Programa y la administración eficiente de las obras.
Así, el instrumento técnico respaldó con evidencia lo que ya habíamos observado y reafirmó la necesidad de impulsar a todas las partes involucradas en los tres niveles de gobierno para que el Programa trascienda en el tiempo, por encima de intereses particulares, y cumpla con sus objetivos de combatir el rezago y la marginación.
En términos de lo hecho en el terreno en 2022, el PMU fue una pieza central en la ejecución del Plan Integral de Reparación y Justicia en Pasta de Conchos y el Plan de Justicia para el Pueblo Yaqui, los cuales, aunque diferentes en su dimensión, parten del llamado del presidente López Obrador a reparar deudas históricas del Estado mexicano.
En el caso de Pasta de Conchos, se llevaron a cabo cuatro obras de mejoramiento urbano en los municipios de Melchor Múzquiz y San Juan Sabinas, Coahuila, donde además se construyó un Memorial que honra a los mineros fallecidos y llama a la reflexión crítica sobre la tragedia. Por su parte, en Sonora se hizo una nueva inversión en los ocho pueblos yaquis, históricamente marginados, para construir casi 60 obras y proyectos de distribución, almacenaje y saneamiento de agua y para avanzar en la restitución de más de 30 mil hectáreas de tierra.
Además de estas acciones en favor de la justicia social, el PMU también centró sus intervenciones de mejoramiento barrial en Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Veracruz, para favorecer a las comunidades más marginadas alrededor del proyecto estratégico del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) y elevar su calidad de vida. Asimismo, continuó y se inició la elaboración de instrumentos de planeación territorial para que el CIIT, lejos de aumentar las inequidades de la región, se convierta en un eje articulador social y económico, que beneficie a quienes más lo necesitan.
A este respecto, cabe mencionar que las Reglas de Operación del PMU se ampliaron para incluir la vertiente de obras comunitarias, que tiene como fin construir o rehabilitar infraestructura para mejorar el acceso e inclusión de las personas que habitan en regiones impactadas por proyectos prioritarios y estratégicos del Gobierno de México. Ello mediante la constitución de comités de participación comunitaria, a los que se entregan directamente los recursos para que ejecuten las obras de acuerdo con su conocimiento, usos y costumbres.
En cuatro años de arduo trabajo, al cierre de 2022 el Programa de Mejoramiento Urbano (PMU) “Mi México Late” había desarrollado acciones en 25 estados y 135 municipios: 931 obras, 38 mil acciones de regularización y certeza jurídica de lotes, y más de ochenta planes o programas de planeación y ordenamiento territorial urbanos y metropolitanos, entre otras.
Todas ellas han incidido directamente en las historias de vida de millones de personas. Hemos democratizado el acceso a servicios y oportunidades indispensables para el bienestar y, así, hemos corroborado que el desarrollo ordenado, justo y sostenible del espacio común en sociedades como la nuestra es una vía irrenunciable para no dejar a nadie abajo, a nadie afuera, a nadie atrás.
Román Guillermo Meyer Falcón
Secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano