COMUNICACIÓN SOCIAL

León, Guanajuato, 9 de octubre de 2019

Buenas tardes a todos y todas.

Un saludo afectuoso a todos los miembros que me han precedido. No quisiera repetir, quisiera iniciar inmediatamente el tema que he preparado para esta reunión, esta importante reunión, diría yo, y coincido con el Gobernador, del carácter histórico de esta reunión. Creo que siempre tenemos que recordar que estas reuniones lo que demuestran con la presencia de industriales, empresarios, funcionarios públicos, organismos de la sociedad civil, que lo importante es buscar intereses comunes. ¿Para qué? Para enfrentar los retos de hoy y del futuro.

Pero antes de pasar a estos temas de nuestro mundo contemporáneo, me permití ir a buscar un pensador guanajuatense, y me encontré a Don Lucas Alamán, y les traigo alguna idea central del pensamiento de uno de los grandes industrialistas mexicanos del siglo XIX.

Lucas Alamán, impulsor del Banco de Avío, impulsor de la industria textil mexicana, entre 1830 y 1842. Y justamente esta cita que les traigo es de ese año, y más allá de cómo podamos caracterizar políticamente a Don Lucas Alamán, lo que tenemos aquí es el pensamiento liberal pro-industrial del siglo XIX. “Existe –escribió Lucas Alamán- un mundo en el que la vida de la sociedad parece reconcentrarse y promete grandes progresos. Este punto es la industria, y alrededor de ella conspirar a ordenarse la agricultura, el comercio. Y con estos manantiales de riqueza, el orden público y la libertad”.

No podría ser más pertinente esta cita en una reunión como la que hoy nos convoca. ¿Por qué? Porque nos da cuenta de la importancia de la industria y el aporte a la economía.

Y paso entonces ahora a hablar de nuestro mundo contemporáneo. No debemos olvidar nunca de que México se inscribe en el mundo. Y menos aun cuando tenemos una Reunión a la que hemos convocado a las industrias más fuertes del mundo, que es la alemana.

¿Pero cómo se encuentra hoy México frente a este contexto global? En primer lugar, ya se ha mencionado, vivimos tiempos donde se aparece un giro proteccionista. Y no se trata de un Presidente, y no se trata de un país en lo particular. Hay vientos proteccionistas en el mundo desde hace ya varios años.

Y probablemente en unos cuantos días la expresión más clara de este proteccionismo la vamos a tener con el Brexit y entre paréntesis le pongo y… porque está la confusión de este giro proteccionista que ni siquiera sabemos qué va a pasar en unos cuantos días, en unas cuantas semanas en el Reino Unido.

Pero también tenemos la sombra de la recesión, del riesgo de la recesión de la economía internacional, que si bien había logrado una recuperación muy importante después de la crisis de 2008, 2009, aparecen nuevamente los signos de desaceleración, en el mejor de los casos, y de recesión, como el extremo de este desempeño.

Y enmarcado en todo esto también tenemos las disputas comerciales entre los Estados Unidos y China.

Un contexto internacional, entonces, poco alentador, pero al mismo tiempo que debe ofrecernos formas y modelos distintos de pensar y de hacer política económica. Y en esta forma distinta de hacerlo, quisiera destacar que México tiene algunas características que lo hacen justamente ser resiliente a este contexto internacional.

México es una de las economías más abiertas del mundo. Se repite ya con frecuencia los 13 Tratados de Libre Comercio que tenemos firmados con más de 48 países en el mundo; un apoyo decidido al multilateralismo, cuyo ejemplo más importante es nuestra participación activa en el proceso de reforma de la Organización Mundial del Comercio, por citar solamente una de nuestras acciones decididas a favor del multilateralismo.

Y en medio del giro proteccionista, México logró modernizar su Tratado comercial con América del Norte. Con sus socios comerciales, siendo el epicentro del giro proteccionista en Estados Unidos, logramos tener un Tratado de Libre Comercio modernizado, aun cuando todavía no esté puesto en marcha, pero confiamos que los esfuerzos que hace el gobierno mexicano nos lleven a muy pronto tener ese tratado modernizado, en pie.

Y no hay que olvidar, y eso también es un punto que quiero siempre enfatizar: podremos no tener el T-MEC, pero siempre tenemos el TLCAN, TLCAN que ha mostrado ser una palanca de crecimiento desde hace más de 25 años.

¿Dónde está México en este contexto internacional? En el crecimiento entre 1980 y 2016 México se ubica, su crecimiento se ubica por debajo de Corea, Malasia, Tailandia, Turquía, Chile, Colombia, Perú.

Aquí no tenemos tiempo de desglosar las razones por las cuales hay crecimientos más acelerados en otros países, pero lo que sí sabemos es que México perdió el dinamismo que le caracterizó cuando se le designaba el milagro mexicano, a mediados del siglo XX.

Y lo perdimos no solamente con países de industrialización tardía, como se les ha llamado a todos estos que he mencionado, sino también en su proceso de convergencia con Estados Unidos.

México cerró la brecha del capital con Estados Unidos durante cuatro o cinco décadas en el siglo XX, y a partir de 1980 en la línea punteada de su lado derecho observarán como cada vez nos alejamos más del PIB estadounidense desde 1980 y hasta la fecha.

Y si ese es el contexto internacional, ¿cuál es el contexto que hemos vivido este año 2019?, que –aquí ya decían- un año de extraordinarios cambios, extraordinarios sucesos, pero también un año de un inicio de una administración nueva en el gobierno federal y en el gobierno estatal.

México a principios de este año enfrentaba una deuda externa extremadamente alta que nos hizo primeras planas, pero es una vulnerabilidad muy importante, ya señalada incluso por el Fondo Monetario Internacional desde el 2014.

La producción de petróleo, la actual administración la recibió en 1.8 millones de barriles diarios, una caída notable desde el pico a principios del siglo, de 3.2 millones de barriles diarios. Y una tendencia, una línea de tendencias de producto interno bruto per cápita, de tan sólo 0.2 por ciento en las últimas tres décadas.

Siendo éstas las vulnerabilidades de la economía mexicana, entonces era necesario un planteamiento que las atacara directamente para poder arrancar un proyecto económico que no solo resolviera esas vulnerabilidades, sino también que pusiera en práctica un enfoque como el que ha anunciado el Presidente López Obrador.

Y por eso, y no nos cansamos en el gobierno de repetirlo: bueno, sí, eso ya lo sabemos, la responsabilidad fiscal. Con los niveles de deuda que recibimos el gobierno federal, es necesario vigilar año tras año el balance primario.

Necesitamos evitar caer en un déficit que no podamos después manejar, y además de una vigilancia estricta del gasto, también hemos entrado en un proceso de austeridad. Pero no es una austeridad solo para pagar la deuda como fue en el caso de la década perdida, la década entre 1982 y 1992. Es una austeridad para generar recursos para los proyectos prioritarios del Presidente López Obrador.

Y tenemos además que estas políticas se combinan con un ciclo importante de nivel de la inflación.

La inflación en el mes de septiembre estuvo después de muchos años por debajo de la meta del Banco de México, alcanzando 2.99 por ciento para la primera quincena del mes de septiembre. Entonces, ese es México en 2019.

Y les traigo una noticia fresquita: ayer, a las cinco de la tarde, se dio a conocer el Índice Global de Competitividad. Y quiero traerlo acá –el índice es un mapa de factores y atributos- y cito literalmente al Foro Económico Mundial, que impulsan la productividad y proveen de condiciones para el progreso social y una agenda de desarrollo sostenible. Este es un índice que elabora esta organización, y tiene cuatro pilares, el ambiente apto, que a falta de una mejor traducción, en el environment, capital humano, mercado y ecosistemas de innovación.

Noticias mixtas en el índice de competitividad: por una parte, México “pierde” y quiero ponerlo entre comillas, dos lugares y lo quiero poner entre comillas, porque México, en el reporte que se dio a conocer ayer, sigue siendo la segunda economía más competitiva de América Latina, sólo después de Chile. Entonces, eso es lo que quisiera que se llevaran: México no perdió en términos de su región. México sigue siendo una economía competitiva e inclusive este desplazamiento en los lugares del índice de competitividad global en realidad se da en un contexto donde aumentó la calificación.

¿Qué es lo que pasa? Es muy simple. Hubo países que, tres países en particular, aumentaron más que México; entonces, en términos relativos hay este desplazamiento. Pero para no aburrirlos con estos índices, lo que quiero decir es, ¿qué es el índice de competitividad global? Lo que nos va a dar, y de ahí su importancia, es una línea base con quién compararnos a lo largo del sexenio.

La información que contiene este índice está en su mayor parte referida a los años 2013-2018… distintas encuestas, distintas informaciones, entonces va a ser una línea con la que nos estemos comparando todo el tiempo.

Y las buenas noticias es que los componentes del índice que tienen mayor valor son la estabilidad macroeconómica, tema con el que estamos comprometidos; el tamaño del mercado que tiene que ver con el número de mexicanos, el cómo; la capacidad de consumo de la población mexicana, y el dinamismo empresarial. Y eso lo quiero subrayar acá porque entonces tenemos componentes en el índice que son muy importantes y donde nos hace falta trabajo, lo podemos lograr.

Es mucho más fácil hacer políticas para adopción tecnológica, para innovación, que generar con una varita mágica el dinamismo empresarial. Y ése se lo debemos a ustedes. Se lo debemos a los industriales aquí presentes, a los industriales de todo el país y se los debemos a todos aquellos que apuestan por México.

Entonces, estamos seguros que año a año vamos a estar reportando el índice global de competitividad y tratando de que lo que está en las manos del gobierno avancemos y avancemos para lograr una mejor competitividad.

Y quiero pasar ahora, habiendo recorrido desde la cita de Lucas Alamán, el contexto global. ¿Cómo estamos en el 2019, cuáles son los retos para el gobierno a lo largo de todo el sexenio? Desde la política general del gobierno del Presidente López Obrador, es evidente el compromiso por el combate a la corrupción, la reducción de la violencia, la construcción de infraestructura en la que hemos ya tenido una colaboración muy cercana con el sector privado y una política social amplia.

Desde la Secretaria de Economía, desde diciembre pasado plantamos tres pilares: la inclusión, la innovación y la diversificación. Y estos pilares son los que nos han guiado a lo largo de estos meses para ir tomando las primeras acciones para impulsar a todos los sectores económicos.

Pero pese a estas políticas generales que tenemos, tenemos retos muy importantes en el aspecto económico. Si nosotros miramos el PIB por entidad federativa, lo que salta a la vista es la enorme desigualdad. Solemos pensar a México como un país desigual y siempre lo pensamos en términos de ingreso, pero hay muchas dimensiones de desigualdad y una de ellas es la dimensión regional. México es un país muy desigual entre sus regiones.

Y por eso el énfasis del Presidente López Obrador en el sur-sureste, quien precisamente atiende a esta reducción de la desigualdad.

La atención específica al sur-sureste, no significa el descuido del resto de las regiones. Sin embargo, significa cerrar brechas que permitan hacer más dinámico todo el mercado interno. Para que ese mayor dinamismo beneficie a todas las regiones. Ser un país más igualitario en la dimensión del ingreso o en la dimensión regional beneficiará a todos.

Pero también hay otra, para nosotros, para la Secretaria de Economía, lo comentábamos ayer con alguno de los presentes, México también tiene otra, más que otra desigualdad, otra característica muy importante de la que vamos a aprender mucho, ¡Ya lo sabemos! Pero vamos a aprender más que en esta alianza estratégica con Alemania. México es un país de microempresas; 99% de las empresas del total de empresas son las llamadas MiPymes (micro, pequeñas y medianas empresas).

Y solamente en el pico, del triángulo de la izquierda, solo la cúspide de ese triángulo es de empresas medianas, grandes y magnas. Pero el resto, son micro-pequeñas y micro empresas.

Pero estas microempresas no han sido conectadas a la plataforma exportadora. Muy pocas empresas grandes, mucho menos medianas y pequeñas, no están conectadas a las cadenas de proveeduría; no están conectadas a la economía global en la que México ha sido tan exitoso.

Tenemos entonces en la Secretaría de Economía un trabajo por hacer para incorporar a las MiPymes a las cadenas globales de valor, e incentivar que las empresas exportadoras las incorporen a su tarea de proveeduría, a su cadena de proveeduría. Es caso contrario del caso alemán, donde las pymes alemanas son exportadoras, son protagonistas del comercio exterior. Ahí tenemos una oportunidad importante con nuestros socios alemanes.

Y también otro aspecto que es importante en la economía mexicana es la necesidad que tenemos de incentivar la competencia, no solamente por poner a competir, a mejorar a través de la competencia a las empresas, sino también porque la falta de competencia a quien más afecta es a los pobres.

En un estudio de la COFECE el año pasado nos demuestra que la falta de competencia afecta, hay una pérdida mensual del treinta por ciento de los ingresos del primer decil de la distribución. Entonces, tenemos que también mejorar la competencia, porque también ese es un mecanismo de reducir los efectos sobre la distribución del ingreso, y que no hagamos que la falta de competencia la paguen los pobres en el país.

Y aquí, realmente no quise poner mucho más porque estamos, entre comillas, “donde mero”, en la Industria 4.0. Ese es un reto, porque efectivamente hay empresas mexicanas que están de lleno en la cuarta revolución industrial; pero también, tenemos empresas que están de lleno en la primera revolución industrial.

Entonces también tenemos una brecha que llenar ahí, y se puede, pero tenemos que hacer políticas que no se enfoquen a ese lugar.

Tenemos también unos retos y unas oportunidades en la diversificación. En el mapa se muestra los estados que exportan, y de nuevo, tenemos un mapa muy parecido al que les mostraba hace rato del PIB.

Pero no solamente tenemos una concentración de las exportaciones en las regiones; también lo tenemos en los sectores. Más del 61% del total de exportaciones están en tres sectores. Eso tan solo nos debería poner en una ruta y por eso es que es uno de nuestros pilares la diversificación.

Y quiero entonces hablar con ustedes hoy, y con eso voy a cerrar mi intervención, de algo que empezamos a anunciar la semana pasada en un encuentro empresarial en Querétaro y que tiene que ver con lo que nosotros consideramos un decálogo de la política industrial para el siglo XXI.

Lo que era cierto para el siglo XX, hace mucho que ya no lo es, y tenemos que reformular y hacer esta política del siglo XXI con las realidades, con los contextos del siglo XXI. Y me voy a ir muy rápido en estos 10 puntos, pero en realidad tiene que ver con el diagnóstico que hemos hecho y cómo están cambiando el panorama.

Queremos y debemos desde la Secretaría de Economía promover la competencia por los temas que ya les mencionaba, porque también se puede convertir en un instrumento para superar la pobreza extrema. Debemos de aprovechar ser esta economía tan abierta y encontrar realmente el significado de nuestros tratados comerciales; debemos reducir la carga regulatoria.

Debemos imponer trámites en cuanto éstos tienen sentido, cuando tienen una lógica en la competencia, cuando tienen una lógica en la seguridad; debemos de reducir sin embargo la carga regulatoria cuando no tiene sentido, cuando se convierte en un obstáculo al crecimiento de las empresas.

También debemos de crear un entorno de negocios atractivo para la iniciativa privada; no vamos a poder atraer flujos de inversión si los industriales no tienen certidumbre, no sienten que pueden seguir invirtiendo en el país.

Tenemos también aquí una oportunidad importante desde el gobierno federal y desde los gobiernos locales que son las compras públicas. Tenemos que usar las compras públicas como una palanca para impulsar a las Pymes e impulsar el contenido nacional. Ese es un tema que queremos desarrollar de manera fuerte y dinámica.

Fomentar y de nuevo estoy en el mejor lugar para decirlo, fomentar la digitalización del sector manufacturero e impulsar el desarrollo de la industria 4.0. En este decálogo el orden no altera el producto. Podemos empezar con cualquiera de los puntos que he mencionado. La realidad es que hay una interconexión, hay entrecruzamientos, hay distintas capas en estos puntos y lo digo, no porque vamos hacer uno y no el otro o porque tengamos un orden preestablecido. En el caso de la industria 4.0 es una obligación de todos. No solo del gobierno, sino de los industriales y de la propia sociedad, del sector educativo.

Tenemos que modernizar los procesos de normalización para impulsar la infraestructura de la calidad y esto tiene que ver con la competencia, tiene que ver con generar los espacios de interconectividad entre las distintas tecnologías y generar espacios para el cumplimiento de las normas, en el sentido de las Normas Oficiales Mexicanas.

Y fomentar la economía de la salud. Y este es un tema que no parece tan obvio en principio, pero a nosotros nos interesa mucho desde la Secretaría de Economía, no solamente por el bienestar mismo de los individuos, cuidar la salud, combatir las epidemias de diabetes, de obesidad en el país, sino nos interesa también otro tipo de enfermedades, las enfermedades mentales.

Y nos interesa hacer todo esto por las pérdidas de competitividad y productividad que generan al sistema productivo y los costos en las finanzas públicas. Pero sobre todo porque la investigación nos tiene que llevar a que individuos más sanos sean no solamente más productivos, sino que tengan una vida más plena; sobre todo en un momento donde estamos a punto –y aquí me refiero, me gustó mucho la participación del bono demográfico- en un momento donde estamos entrando al envejecimiento de la sociedad mexicana; cuando digo a punto es en realidad en 2035, 2040.

También necesitamos apoyar a la industria con créditos, hacer de la banca de desarrollo una palanca para el crecimiento.

Finalmente, cierro con lo que ya les decía en uno de los mapas, tener proyectos productivos, proyectos industriales en las zonas que han quedado rezagadas económicamente en los últimos años.

Les agradezco a todos su atención. Y creo, como lo han dicho mis antecesores, que este trabajo es un trabajo por México y por ser de ese carácter requerimos la colaboración y la contribución de todos y todas las mexicanas. Todos tenemos algo que aportar. Desde el sector público, desde el sector privado, desde el sector social tenemos que construir hoy el futuro de México.

Muchas gracias.