Debido al aumento de la esperanza de vida y a la disminución de la tasa de fecundidad, la proporción de personas mayores de 60 años está aumentando más rápidamente que cualquier otro grupo de edad en casi todos los países.

El envejecimiento de la población constituye un reto para la sociedad, que debe adaptarse a ello para mejorar al máximo la salud y la capacidad funcional de las personas mayores, así como su participación social y su seguridad.

Los indicadores elaborados por el Consejo Nacional de Población (CONAPO) estiman que para 2050, habitarán en el país cerca de 150,837,517 personas, de las cuales el 21.5% (32.4 millones) tendrán 60 años en adelante. La mayor porción de ese grupo serán mujeres con el 56.1%, en contraste con los hombres con el 43.9%

Los principales padecimientos de este sector y que implican un reto de salud pública son la diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer; y aunque se han logrado avances importantes en el campo de los padecimientos infecciosos que afectan a esta población, las enfermedades crónico degenerativas continúan siendo el enemigo a vencer.

Existen factores que determinantes del nivel de deterioro físico de las personas adultas mayores como son la alimentación, la actividad física, así como la exposición a riesgos como el hábito de fumar, el consumo nocivo de alcohol o la exposición a sustancias tóxicas.

Por lo tanto, es indispensable el diseño y la implementación de planes y programas que promuevan un envejecimiento saludable y activo desde etapas tempranas y durante todo el ciclo de vida de los individuos, desde una perspectiva de derechos humanos.

Los estilos de vida que han demostrado tener un impacto significativo en la salud, bienestar y calidad de vida en la vejez, por lo que es fundamental que las personas adultas mayores puedan contar con una alimentación adecuada, realicen ejercicio físico periódico y seguro, tengan facilidad para realizar su higiene personal de manera adecuada, tengan un sueño suficiente reparador, accedan a actividades recreativas, entre otras.

 

Fuentes:

Secretaría de Salud

OMS

CONAPO