El nacimiento prematuro representa un problema de salud pública al ser la principal causa de muerte entre los recién nacidos (durante las primeras cuatro semanas de vida) y la segunda causa de mortalidad entre los niños menores de cinco años, después de la neumonía, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.

La Norma Oficial Mexicana establece que un nacimiento prematuro o pretérmino es aquel que ocurre antes de las 37 semanas, contando a partir de la fecha de última menstruación.

En México se estima que el nacimiento pretérmino sucede entre el 9 y el 14 por ciento de todos los embarazos, dicho porcentaje supera el número de dependencias que hay en nuestro país para atenderlos. 

"Son bebés que pueden estar desde una semana hasta tres meses hospitalizados", alertó el Dr. Norberto Reyes Paredes, subdirector de Ginecología y Obstetricia del Instituto Nacional de Perinatología.

El índice de rotación en las unidades de cuidados intensivos neonatales es muy bajo, por lo que el INPer cuenta con una estrategia macro que no se basa en el aumento de espacios, sino en evitar el nacimiento de bebés prematuros.

"Si es que éstos pequeños sobreviven, van a requerir de mayor atención médica, lo que representa una fuerte inversión en rehabilitación para el sistema de salud pública", detalló el especialista en Ginecología y Obstetricia.

Agregó que para abatir el parto pretérmino, el INPer apuesta a la medicina preventiva y dirige sus esfuerzos en la capacitación a médicos de primer contacto que sean capaces de detectar el riesgo en el primero y segundo nivel de atención, refiriendo a esas pacientes al tercer nivel, a través del programa de regionalización de los servicios de salud que consiste en replicar la atención que se brinda en el INPer a otros estados de la República.

Si bien la mayor parte de los nacimientos prematuros no pueden predecirse, existen dos pruebas que ayudan a tener una visión del riesgo de nacimiento prematuro, que son la fibronectina fetal y el tamizaje de la longitud cervical por ultrasonido.

Además, el INPer cuenta con líneas de investigación para detectar el nacimiento antes de tiempo a través de marcadores bioquímicos tan sencillos de aplicar como una prueba de embarazo o papanicolaou, los cuales generarán menos gasto y permitirán una mayor inversión en infraestructura, compartió el Dr. Norberto Reyes.

Por su parte, el Dr. Rodrigo Zamora Escudero, Director Médico del INPer agregó que el 80 por ciento de los casos de parto pretérmino se debe a la ruptura de membranas (ruptura de "la fuente"), mientras que el 20 por ciento restante es provocado por situaciones de la mamá o del feto para prevenir complicaciones si el embarazo continúa.

Algunas de las causas del parto prematuro son las complicaciones médicas que puede presentar la mujer embarazada, como la preeclampsia, trastornos en la implantación de la placenta como hemorragia uterina, alteraciones en el cuello del útero, embarazos gemelares, bacterias o inflamación y estrés físico o psicológico.

El Dr. Norberto Reyes recomendó que para detectar factores de riesgo, control de infecciones y enfermedades es fundamental el control prenatal en cada mujer.

Los bebés prematuros pueden presentar secuelas a largo plazo como daños visuales, auditivos, psicomotrices y respiratorios por infecciones de pulmones o la falta de desarrollo, así como hemorragias dentro del cráneo, entre otros.

Las señales de alarma que toda mujer embarazada debe conocer para acudir a urgencias y evitar un nacimiento prematuro son: aumento en el flujo vaginal, dolor constante en la espalda o cólicos similares a los menstruales, contracciones cada 10 minutos o con mayor frecuencia en duración y dolor, sangrado vía vaginal, salida de líquido vaginal comparable con dos vasos de agua o presentar síntomas de infección urinaria, indicaron los especialistas.