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La enfermedad inflamatoria intestinal es un padecimiento autoinmune que se caracteriza por diarrea o evacuaciones con sangrado, dolor abdominal, sensación de continuar evacuando o pérdida de peso.

Las variantes más frecuentes son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa crónica inespecífica (CUCI); en menor frecuencia, la colitis indeterminada. La incidencia es de entre uno y 1.5 por cada 100 mil habitantes en América Latina.

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La mayoría de quienes padecen estas enfermedades fuman y tienen antecedentes familiares directos -padre, hermano o primo- con alguna patología inflamatoria o autoinmune como Lupus, Sjögren o diabetes tipo 1.

Se recomendienda dejar de fumar porque esto favorece el desarrollo de la enfermedad o incluso puede interferir con la respuesta al tratamiento.

Los síntomas se intensifican ante la presencia de infecciones virales, bacterianas, parasitarias, exposición a ciertos productos químicos, cambio de temperatura o algún factor ambiental. Afecta por igual a mujeres que a hombres y con mayor frecuencia entre los 18 y 25 años y entre 60 y 75 años.

A diferencia de otros padecimientos gastrointestinales, existe la posibilidad de que las personas con enfermedad inflamatoria intestinal no respondan al tratamiento; la inflamación persiste por más de 30 días o los síntomas son recurrentes después de que concluye el tratamiento.

Las personas diagnosticadas con enfermedad de Crohn –que afecta la boca del estómago, el intestino delgado, el estómago y el ano- o de CUCI severo –con daño al intestino grueso- que no responden al tratamiento, pueden sufrir complicaciones como perforación intestinal o sangrado masivo, que causan la muerte.

Es importante poner atención a los síntomas, que en ocasiones se pueden confundir con un cuadro de intestino irritable o colitis infecciosa. Entre tres y seis meses después presentan sangrado digestivo y en algunos casos hay pacientes que pueden iniciar con sangrado masivo.

El diagnóstico es a través de estudios de laboratorio, colonoscopia o endoscopia, rayos X y enteroresonancia, que permite revisar la estructura del intestino grueso.

Una vez que se manifiesta la enfermedad, es incurable, solo existen tratamientos que pueden disminuir la sintomatología.

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Comunicado:

https://www.gob.mx/salud/prensa/240-enfermedad-inflamatoria-intestinal-padecimiento-autoinmune

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