Para lograr una salud sexual y reproductiva placentera, autónoma y con dignidad desde la adolescencia, es necesario entablar relaciones sociales y sexuales basadas en el respeto y en la información, para la toma de decisiones sobre el propio cuerpo y el de otras personas; ello implica la comprensión y apropiación de los derechos sexuales y reproductivos.

Este Componente del Programa de Acción Específico Salud Sexual y Reproductiva 2020-2024, se centra en las personas adolescentes e incluye de manera transversal a la educación integral en sexualidad (EIS), para favorecer que toda persona adolescente cuente con conocimientos basados en evidencia científica, habilidades de análisis y fortalecimiento de capacidades para una mejor toma de decisiones en el ejercicio de su sexualidad y de sus derechos sexuales y reproductivos. Esto con el objetivo de que se establezcan relaciones sanas y respetuosas; se incluya la perspectiva de igualdad de género y no discriminación, y se contribuya a la eliminación de la violencia entre pares, la violencia de género y el abuso sexual. Esto a su vez permitirá incidir en la prevención del embarazo adolescente y en la erradicación del embarazo en niñas.

Las acciones en salud sexual y reproductiva dirigidas a la población adolescente visualizan la heterogeneidad de este grupo etario y su intersección con otros enfoques de población. Para ello, es necesario incorporar a las políticas públicas en salud el enfoque de derechos, el interés superior de la niñez y el reconocimiento de la autonomía progresiva de la población adolescente. Asimismo, resulta urgente y prioritario operar acciones para incidir en la disminución de los embarazos en adolescentes y la erradicación de los embarazos en niñas menores de 14 años de edad, los cuales en su mayoría están vinculados con situaciones de violencia sexual.

 

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