Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud
Cuando una persona se expone a éste estímulo fóbico, se presenta una respuesta inmediata de ansiedad por lo que pueden presentarse síntomas como pánico, miedo, taquicardia, falta de aire, sudoración, temblor y/o deseo de huir.
Se estima que a nivel mundial el 8% de la población presenta algún tipo de fobia y alrededor del 13% de las personas presentarán un tipo de fobia en algún momento de sus vidas; en México las padecen en promedio un 4% de los habitantes entre 18 y 65 años.
Estas fobias generalmente comienzan en la niñez o adolescencia y permanecen hasta la vida adulta; existen muchos tipos de fobias como zoofobia (miedo a los animales), claustrofobia (miedo a los animales), acrofobia (miedo a las alturas), agorafobia (temor a los lugares públicos) y claustrofobia (miedo a los espacios cerrados), entre otras.
En muchas ocasiones las personas con estas fobias, pueden evadir las situaciones que les genera este miedo lo que puede interferir con el trabajo y la vida social.
El tratamiento para este padecimiento puede incluir psicoterapia y en algunos casos el uso de ansiolíticos y antidepresivos con el fin de aliviar los síntomas. Las técnicas de relajación, realizar actividad física de manera regular y dormir bien, pueden ser factores que contribuyan a la mejoría.