Tras los primeros años del México Independiente surgió la necesidad de establecer una nueva forma de gobierno que mantuviera la soberanía nacional y la unión de las diferentes provincias del antiguo virreinato. El 17 de junio de 1823 se publicó la convocatoria para elegir el nuevo Congreso Constituyente. El diputado Miguel Ramos Arizpe, quien había participado en la elaboración de la Constitución de Cádiz, impulsó el sistema federal como el modelo político más viable.

Este congreso declaró la república federalista mediante el Acta Constitutiva de la Nación Mexicana, fechada el 1 de noviembre de 1823. En ella se sentaron las bases para la redacción de la Constitución de 1824; se declaró que la nación adoptaría la forma de una República representativa popular federal y se conformaría por 18 estados. El poder que se replicaría en cada uno de ellos y continuaría dividido en tres poderes: el ejecutivo, el legislativo y el judicial.